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El futuro del Cubo de la plaza del Pilar: la fachada de espejos se reutilizará, el interior se demolerá

El área de Arquitectura del Ayuntamiento de Zaragoza ve viable técnicamente conservar la envolvente, aunque dependerá del coste económico.

Cubo de Turismo de la plaza del Pilar.
Cubo de Turismo de la plaza del Pilar.
Guillermo Mestre

Si el coste económico no resulta desorbitado, la esencia del Cubo que alojó hasta diciembre del año pasado la Oficina de Turismo en la plaza del Pilar se podría conservar. Es la conclusión a la que han llegado los técnicos del área de Arquitectura del Ayuntamiento de Zaragoza, que consideran que la envolvente, las impactantes cubiertas de espejos, se podrían trasladar. No ocurre lo mismo con la estructura interior, que es de hormigón, y se tendrá que derribar. 

En en el presupuesto municipal de 2024 no hay ninguna partida consignada para retirar el Cubo de la plaza del Pilar, aunque la decisión ya está tomada, como anunció la alcaldesa Natalia Chueca. Los planes quedan pendientes de la asignación de recursos económicos para materializarlos, una vez estén listos los informes que determinarán su futuro. El Cubo encierra bajo la superficie acristalada un espacio diáfano de 50 metros cuadrados. Los cristales se deberán desmontar con sumo cuidado para volver a colocarlos, después, en una estructura de nueva construcción en el espacio al que finalmente se decida trasladarlo. Si no resulta demasiado caro.

Dos entidades han solicitado quedarse con el Cubo. Una de ellas es la asociación de vecinos de Arrabal, que ha pedido la cesión a través de la junta de distrito. Si el Ayuntamiento accede, se instalaría en el parque del Tío Jorge, en la zona de las antiguas piscinas, junto al resto de casetas de los jardineros. Permitiría cubrir dos necesidades, detalla el presidente de la asociación, Rafael Tejedor. Durante la Cincomarzada serviría de camerino para las actuaciones que se programan en el parque; el resto del año, se utilizaría como local de ensayo para grupos musicales del barrio "ruidosos", en el sentido cariñoso de la palabra, como la Big Band, los gaiteros y los paloteadores. 

"Si montas este edificio en el centro del parque, no molestas a nadie, y no es como tocar en el centro cívico o la biblioteca como es el caso", argumenta Tejedor. Sobre el coste, considera que entre demolerlo o darle una "segunda vida",  es "más lógico" preservarlo. 

Los vecinos del Arrabal presentaron su propuesta en la comisión de cultura de la junta de distrito en marzo, "cuando dijo el Ayuntamiento que no sabía qué hacer con él". Del Consistorio aún no han tenido respuesta. Tejedor insiste en que la cesión no sería para la asociación de vecinos, sino para las entidades del Arrabal que tienen esas necesidades, "los grupos estables que necesitan un espacio para ensayos". 

El desmontaje será similar al otro Cubo de Zaragoza, el de la Gerencia de Urbanismo, para la construcción de la nueva Romareda. En ese caso, a partir de julio retirarán los vidrios exteriores “sin romperlos” y, cuando acaben, se procederá a desmontar los techos, suelos, carpintería e instalaciones. A continuación, se hará la demolición mecánica de la estructura.

Las mil y una caras de la plaza del Pilar

La retirada del Cubo acristalado dará una mayor amplitud a la plaza del Pilar, que es la segunda más grande de Europa. Desde su estreno el 1 de octubre de 1991, como parte del proyecto de reforma de la plaza del Pilar diseñada por los arquitectos Ricardo Usón y José María Ruiz de Temiño, el reflejo de las torres en sus cristales de espejo forma parte de miles de imágenes que los turistas se han llevado como recuerdo. El espacio que ganará la plaza se ajusta a la perfección a los planes que tienen el Ayuntamiento para el gran salón de la ciudad, y que ya ha empezado a poner en marcha. 

Desde que el pasado mes de marzo, la plaza del Pilar se ha transformado en un gran jardín, con una enorme alfombra verde de 2.100 metros cuadrados para el festival Hola Primavera. Durante las jornadas goyescas, se convirtió en un cuadro del genial pintor zaragozano y, para la Aragón Fashion Street, se instaló una pasarela de moda de 120 metros de longitud. La plaza está muy viva, y los usos son de lo más variado. El pasado fin de semana, dos paracaidistas de la Patrulla Acrobática del Ejército del Aire y del Espacio descendieron desde mil metros de altura con la bandera de España para  izarla en la emblemática plaza. El próximo sábado y el domingo, 46 asociaciones de inmigrantes, entidades sociales y casas regionales participarán en los talleres, conciertos, pasacalles y espectáculo en el festival Zaragoza Diversa. Todas estas actividades forman parte de un ambicioso proyecto con el que se busca que la plaza del Pilar se llene de vida y sea, más que nunca, el corazón de la ciudad.

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