Zaragoza

sucesos en zaragoza

Azuza a su perro contra los policías que iban a identificarlo y acaba mordido y detenido

Los hechos se produjeron el jueves, después del toque de queda, en la zona de Pignatelli de Zaragoza. El can también terminó agrediendo a uno de los agentes.

Imagen de archivo de una patrulla de la Policía Local en la calle de Pignatelli de Zaragoza .
José Miguel Marco

La noche del jueves no terminó bien para Mohamed B., de 28 años. A una caída de la bici sumó en pocos minutos una mordedura del perro que llevaba suelto, más los golpes con las defensas que le dieron los agentes para reducirlo y poder detenerlo ante su reacción agresiva a la petición de que se identificara.

El incidente comenzó sobre las 23.40, hora en la que ya estaba vigente el toque de queda por la covid. Dos funcionarios de la Policía Nacional que en ese momento estaban identificando a un viandante en la calle de Pignatelli, a la altura de Cerezo, vieron como desde la calle Escopetería salía un ciclista a gran velocidad, sin mascarilla y acompañado por un perro que no llevaba correa. Precisamente, debido a lo deprisa que iba, al intentar esquivar a un barrendero con el que se encontró, perdió el equilibrio y se fue al suelo.

Tras presenciar la escena, los agentes se acercaron a él y, aunque observaron que tenía una herida sangrante en la mano, aparentemente se encontraba bien. Los problemas empezaron cuando le pidieron la documentación. Lo primero que hicieron fue pedirle que se pusiera la mascarilla, a lo que, según hicieron constar luego en las diligencias, hizo caso omiso mientras seguía pidiéndoles explicaciones sobre el porqué de la necesidad de identificarse. También le pidieron que le pusiera al perro la correa –metálica y con pinchos–, que llevaba en la mano, a lo que se también negó.

Situación tensa

La situación se fue tensando cada vez más, ya que, según la Policía, no hacía caso a ninguno de sus requerimientos, braceaba constantemente y trataba de acometerlos. En vista de su actitud, procedieron a cachearlo por si llevaba algún objeto peligroso y, si bien no encontraron ninguno, Mohamed B. se puso más agresivo todavía, tanto que su propio perro se le echó encima y le mordió en una pierna. Cuando el animal lo soltó, el joven amenazó a los agentes con la correa y estos, ante el nerviosismo del animal y temiendo que les pudiera atacar tanto a ellos como al joven, trataron de calmarlo, sin éxito.

Al parecer, Mohamed B. se encaró otra vez con uno de los policías, poniéndose a escasos centímetros de su cara y llegándole a arrancar la mascarilla, momento en que el funcionario lo redujo y ambos cayeron al suelo. Y cuando su compañero trató de ayudarlo, fue el perro el que atacó de nuevo, en esta ocasión a uno de los agentes, al que mordió en la parte de atrás del muslo de la pierna izquierda y causó una herida sangrante. El policía llegó a desenfundar su pistola por si tenía que repeler otra acometida del can, pero el animal le soltó y no fue necesario.

Acto seguido, arrestaron a Mohamed B. y poco después otra patrulla llevaba al detenido al Hospital Provincial para ser asistido. Durante el recorrido no dejó de gritar: «Voy a buscar a ese hijo de puta de vuestro compañero y le voy a cortar el cuello a él y a su familia». Mientras la Policía Local se hacía cargo del perro y, a través del chip, localizaba a su legítimo dueño, un vecino del Actur, el

Por la mañana, el joven fue trasladado al juzgado de guardia. Ante el juez negó todas las acusaciones y contó que desde el principio hizo caso a todo lo que le pidieron los agentes: que se puso la mascarilla, sujetó al perro con la correa y mostró la documentación. Sí que admitió que iba con la bici y tuvo que frenar para no darle a un barrendero. También reconoció que el perro se puso nervioso y le mordió, pero negó que lo azuzara contra los policías y también que se resistiera, los golpeara o los insultara. Asistido por el abogado Javier Elía, Mohamed B. quedó en libertad provisional.