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El vecino de Ricla que mató a un joven declara que el tiro se produjo al forcejear

Niega que quisiera acabar con su vida, alega que se defendió de la agresión que estaba sufriendo y que iba muy borracho.

Francisco C. G., el vecino de Ricla encarcelado como presunto autor del homicidio de Robert Racolti, de 23 años, aseguró ante el juez que la noche del suceso él iba "muy borracho" y que tuvo miedo del joven y de su novia, quienes, según dijo, empezaron a golpearle nada más entrar en su casa. El arrestado, de 45 años y representado por las letradas Soraya Laborda y Laura Vela, admitió que, aunque no había tocado un arma en su vida, cogió la pistola –que era de su padre y siempre había estado en la bodega– y la puso debajo del hule de una mesa porque se sentía amenazado por Racolti y sus amigos y tenía miedo de ellos.


Según su relato, hacía días que recibía mensajes obscenos en su buzón y el domingo, tras haber estado bebiendo todo el día, envió una foto con todos los escritos recibidos a Verónica Z., novia de Racolti y vecina suya. Al parecer, la pareja pensó que esos mensajes podían suponerles problemas futuros, puesto que en septiembre habían sido detenidos con 6 kilos de marihuana y decidieron, tras mandarle un wasap, acudir a su casa para quitarle los escritos.


En esas circunstancias, fueron a su domicilio y al entrar en su bodega, donde les esperaba, disparó al suelo porque, según declaró, empezaron a pegarle. La joven huyó corriendo pero Robert Racolti se puso a forcejear con él y salieron otras dos balas, una de las cuales le dio a este en la cabeza. Añadió que lo primero que hizo fue taparle la herida porque salía mucha sangre y pedir a gritos ayuda.


Por su parte, Isabel, hermana de Francisco, hizo llegar una carta ayer a este periódico en la que afirma que, ante la "gran cantidad de especulaciones" vertidas sobre el triste suceso, solo puede decir que siente una "gran amargura" y "tristeza" por la pérdida de un joven. "Al igual que mi madre, quien no acierta a despertar de esta pesadilla", expone.Indignación por el racismo

Isabel C. quiere dar las gracias al pueblo de Ricla por sus "muestras de cariño y solidaridad". "Respecto a la concentración convocada hoy en apoyo de Curro, –que quienes lo conocen, y son muchos, saben que él jamás ha tenido sentimientos xenófobos– nos indigna que algunas personas quieran usar lo sucedido para mostrar racismo, desvirtuando por completo la noble iniciativa de la inmensa mayoría de riclanos, por lo que ruego que su apoyo sea personal y no en grupo para evitar posibles problemas". También expresa su rechazo a quienes con su "desinformación" y "falta de respeto a los derechos fundamentales" han mostrado una "idea equivocada" del suceso. Afirma que el apoyo que han tenido le hace reflexionar y concluye: "(...) si por desgracia el mal está hecho, también es verdad que una situación terrible lo ha provocado". El alcalde de Ricla, Ignacio Gutiérrez, dijo ayer que el acto se ha desconvocado.

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