"Los dos momentos más relevantes de la Vaquilla son la colocación del pañuelico al Torico, el punto con más excitación y gozo, y el paseo por las calles del toro ensogado". El mantenedor de las fiestas patronales de Teruel, el magistrado Manuel Bellido, lo ha tenido muy claro este viernes a la hora de fijar las imágenes que más permanecen en su memoria de los festejos que vivió en primera persona en su infancia y juventud como vaquillero y peñista.

Bellido, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), ha afirmado en su discurso como pregonero de las Fiestas del Ángel, que han empezado este viernes y terminarán el próximo 8 de julio –se conoce como la Vaquilla los últimos cuatro días, del 5 al 8 de julio–, que la función de abrir los festejos oficialmente ha supuesto para él un ejercicio de "nostalgia". El jurista ha recordado en el acto institucional celebrado en la iglesia de San Pedro que participó activamente en las fiestas como miembro de las peñas ‘El Disloque’ y ‘Los que faltaban’ y fue aficionado a correr los toros ensogados aunque, admitió, sin distinguirse por su "atrevimiento".

El presidente del TSJA se ha inclinado por la puesta del pañuelico como uno de los momentos culminantes de las fiestas, porque es el acto "de las grandes expectativas" ante el inicio de los días grandes de la Vaquilla y porque genera una "explosión de la emoción individual y colectiva", combinados con "la apretura de la gente, el calor asfixiante, el olor a alcohol ya derramado y la euforia".

Para el magistrado, que ha agradecido como la distinción más satisfactoria su nombramiento como mantenedor, entre los hechos diferenciales de las fiestas de Teruel destaca su carácter participativo e integrador de turolenses y forasteros. "La gente, nativa y visitante, participa intensamente", ha afirmado en su discurso. Ha agregado que la esencia "tan popular" de la Vaquilla facilita su "función de relajación social" con "la subversión temporal del orden establecido".

A su juicio, la clave del éxito de esta fiesta son las peñas, que "dan colorido y animación a las calles" y que están "abiertas a todos". Además, señaló que son un aliciente para seguir en la brecha festiva, aunque estés "derrengado" y garantizan un lugar de "refugio" para el descanso de los peñistas.

Fotos del acto solemne del pregón de las fiestas de Teruel

En su apelación nostálgica, ha rememorado sus primeros recuerdos vaquilleros, que son una foto con su padre en la plaza de toros cuando tenía dos años y otra bajo el cartel anunciador de las Fiestas del Ángel de 1967, con cinco años. Ha declarado su respeto hacia "la fiesta nacional" influido por la afición taurina de su abuelo Salvador y por los toros ensogados, "la parte más tradicional" de la programación y un "vínculo con los orígenes y la historia de Teruel". Adelantó que, aunque ha faltado a la cita vaquillera muchos años al entrar en la edad adulta, esta edición no se la va a perder.

La lectura del pregón se ha celebrado en una iglesia de San Pedro llena de público, entre invitados, representantes institucionales y de la sociedad turolense. Entre los asistentes, han estado los consejeros de Medio Ambiente y Presidencia, Manuel Blasco y Tomasa Hernández, y el vicepresidente primero, Alejandro Nolasco.

La alcaldesa, Emma Buj, ha agradecido a Manuel Bellido, "un jurista de reconocido prestigio que presume siempre de turolense", la aceptación de la función de abrir la programación festiva. Buj ha señalado que la designación como mantenedor supone un "reconocimiento" a la labor profesional desarrollada por Bellido y también a que lleva por bandera el hecho de haber nacido en Teruel.

Como apertura del acto, se ha procedido a la entrega de los premios a los ganadores del certamen poético celebrado con motivo de las Fiestas del Ángel. Fueron galardonados Ismael Pérez de Pedro, de Viladecans (Barcelona), por el mejor poema; Miguel Sánchez, de Caravaca de la Cruz (Murcia), por el mejor soneto; y Juan Molina, de (Cádiz), por el mejor libro de poesía.