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Los vecinos de Alcañiz aportan fondos para restaurar el suelo de la iglesia de San Francisco

La madera se ha podrido por la humedad y el párroco teme que los fieles de más edad sufran caídas.

Juan Esteban, el párroco de Alcañiz, muestra los daños en la madera de la iglesia de San Francisco. ha
Juan Esteban, el párroco de Alcañiz, muestra los daños en la madera de la iglesia de San Francisco. ha
Laura Castel

‘Todos con San Francisco’. Así ha sido denominada la campaña de recaudación de fondos que ha puesto en marcha el párroco de Alcañiz, Juan Esteban, para poder cambiar el suelo de madera de la iglesia de San Francisco de la localidad, que se encuentra en muy mal estado debido a la humedad.

Como explica el sacerdote, natural de Medellín (Colombia) y a quien todo el mundo conoce por ‘Juanes’, el templo no es Bien de Interés Cultural (BIC), pero se trata de uno de los edificios religiosos "más queridos"» por los vecinos de Alcañiz, debido a que allí se celebran la fiesta del Pilar y la de San José, así como el 90% de los funerales.

La iglesia, construida entre los siglos XVIII y XIX, ha sufrido multitud de vicisitudes y durante la Guerra Civil fue utilizada como prisión. La mayor parte de su pavimento es de baldosas de terrazo, pero en su nave central se conserva una superficie de madera de 97 metros cuadrados que se ha visto afectada por la carcoma en la parte soterrada y que se encuentra podrida en su zona superficial. Además, la unión entre la zona de madera y la de terrazo no está bien resuelta y hay salientes que podrían provocar un accidente.

"Temo que las personas mayores que acuden a misa tengan un tropiezo", advierte Juanes, quien añade que los listones de madera están "hundidos" en varios puntos "y se mueven". "Tenemos que arreglar este problema", destaca el párroco de Alcañiz.

Por redes sociales

Difundida a través de las redes sociales, por los comercios de la ciudad y en cada una de las ceremonias que se celebran en el resto de las iglesias de Alcañiz, la campaña ha obtenido una buena respuesta vecinal. "En solo un mes hemos reunido la mitad de la cuantía que necesitamos para llevar a cabo las obras", relata el sacerdote, quien explica que ha "aprovechado" la época de las primeras comuniones y las confirmaciones para animar a los feligreses a que aporten algún donativo. "Incluso gente que no suele venir a la iglesia ha colaborado", añade Juanes.

En un principio, los técnicos detectaron la podredumbre de la madera y se calculó que un presupuesto de alrededor de 12.000 euros sería suficiente para renovar el suelo. Sin embargo, cuando el carpintero se dispuso a iniciar los trabajos se produjo "una tremenda sorpresa", pues los rastreles amarrados al suelo que sujetaban la tarima estaban carcomidos. Al parecer, en la última reforma quedaron en el subsuelo tierra y piedras, lo que ha favorecido la aparición de una plaga de insectos xilófagos. Así las cosas, el coste de la restauración asciende a unos 17.000 euros.

El párroco confía en que, con la colecta popular, se logrará reunir los fondos necesarios. Se trata, hoy por hoy, del único sistema de financiación para el proyecto de la iglesia de San Francisco. «No hay ayudas del Arzobispado, pues este tiene muchas cosas que atender», aclara el religioso.

El nuevo suelo será de madera de Iroko, una madera tropical muy conocida por su resistencia a la humedad y su larga durabilidad, unas características que la convierten en la preferida para el recubrimiento de espacios próximos a piscinas.

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