El Ayuntamiento de Cella, con casi 3.000 vecinos, confía en poder abrir este año la residencia de mayores, un proyecto que ha supuesto una inversión de más de cuatro millones de euros y cuya finalización se ha demorado por su elevado coste en relación a los recursos municipales y por complicaciones surgidas en la tramitación de la obra.

La construcción del edificio se inició hace más de una década, pero en 2013 quedó parada durante más de tres años por culpa de la crisis económica. Tras reanudarse los trabajos, estos han avanzado con lentitud, si bien en la actualidad ya están concluidos a falta solo de algunos detalles.

El Consistorio acaba de sacar a licitación el equipamiento del geriátrico por un importe de algo más de 240.000 euros. El plazo de presentación de ofertas acaba el 23 de julio y la adjudicación está prevista para finales del próximo mes de agosto. Tras la instalación del mobiliario y el aparataje, saldrá a concurso la gestión de las instalaciones.

La alcaldesa de Cella, Carmen Pobo, se mostró este miércoles esperanzada en que el proceso de licitación para llevar a cabo el equipamiento no tenga que repetirse de nuevo, pues ya fue anulado en una ocasión por el recurso que presentó una de las empresas aspirantes a la adjudicación, lo que contribuyó a dilatar la finalización del geriátrico.

"Queremos poner en marcha cuanto antes la residencia; han sido muchos años de trabajo en una obra muy costosa para un Ayuntamiento con los recursos muy limitados", afirmó Pobo. La alcaldesa de Cella, del PP, cargó contra el PSOE, al que acusó de "no haber apoyado apenas" a la localidad y explicó que el geriátrico ha sido financiado año tras año con dinero del Fondo de Inversiones de Teruel, el Fite –se nutre de aportaciones del Gobierno central y la DGA al 50%–, y con recursos propios del municipio.

Casi 80 plazas

Carmen Pobo calculó que alrededor de 60 vecinos de Cella han tenido que ingresar en residencias de otras localidades al no poder encontrar este servicio en el municipio en el que residían. El centro tendrá 77 plazas y, a juicio de la alcaldesa de Cella, será "un hotel de cinco estrellas para los mayores que vivan en él". "Serán las mejores instalaciones que podrán encontrar", aseguró la regidora.

Además de ofrecer un servicio inexistente hasta ahora, el Ayuntamiento de Cella considera que la entrada en funcionamiento de la residencia generará empleo en la localidad –una de las más grandes de la provincia en población tras la capital, Alcañiz y Andorra– y contribuirá a asentar habitantes.

Tras lamentar el dilatado desarrollo que ha tenido la obra, Pobo resaltó que "lo importante es que ya está terminada a falta de detalles y que a la mayor brevedad se pondrá en servicio".