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Un guardia civil fuera de servicio auxilia en Valderrobres a un hombre que sufrió parada cardiaca

El enfermo, de 64 años, realizaba deporte en un gimnasio cuando se desvaneció. Tras ser asistido, se recupera favorablemente en un hospital

Sergio Cabrera, el cabo primero de la Guardia Civil del puesto de Valdealgorfa que auxilió a un hombre.
Sergio Cabrera, el cabo primero de la Guardia Civil del puesto de Valdealgorfa que auxilió a un hombre.
Heraldo

Un agente de la Guardia Civil del puesto de Valdealgorfa, el cabo primero Sergio Cabrera, auxilió este martes en el gimnasio de Valderrobres a un hombre de 64 años de edad que sufrió una parada cardiorrespiratoria mientras realizada deporte. 

Cabrera, que se encontraba fuera de servicio y también realizaba ejercicio físico en el mismo centro deportivo, fue alertado por distintos usuarios de que una persona se había desvanecido. Inmediatamente, el agente, con la ayuda del resto de las personas que había en el gimnasio, colocaron a la víctima en posición lateral de seguridad mientras procedían a llamar a los servicios médicos.

Acto seguido y después de comprobar que el hombre se encontraba inconsciente y no respiraba, el agente puso en práctica la formación recibida en materia de soporte vital básico y procedió a colocar el desfibrilador que había en las instalaciones para asistir al enfermo. 

Según informan desde la Comandancia de la Guardia Civil de Teruel, pasados unos segundos y una vez colocado el desfibrilador, el agente detectó la situación de parada cardiorrespiratoria y solicitó una descarga. 

El cabo primero, apoyado por el resto de usuarios, continuó con las maniobras de reanimación realizando compresiones torácicas hasta la llegada de los servicios sanitarios, que se hicieron cargo de la situación trasladando a la víctima hasta el hospital Clínico de Zaragoza. 

"Nos llevamos un buen susto"

El hombre se recupera favorablemente en este centro sanitario zaragozano. El gerente del gimnasio, Joan, que fue testigo de lo ocurrido, destaca que "fue una suerte que en ese momento estuviera el agente y supiera reaccionar ante lo que ocurría". "Nos llevamos todos un buen susto", añade Joan. 

Desde la Guardia Civil señalan que cada vez son más habituales este tipo de actuaciones en las que un agente es primer interviniente, de ahí la importancia de adquirir conocimientos previos y sobre todo de disponer de aparatos capaces de desfibrilar, puesto que en una actuación como esta cada minuto puede ser vital para salvar la vida de una persona que acaba de sufrir una parada cardiorrespiratoria.

Desde el año 2017, se vienen llevando a cabo, por parte del Servicio de Sanidad de la Comandancia de Teruel, jornadas formativas en las que se adquieren conocimientos de primer interviniente para saber actuar en caso de tener que prestar algún tipo de auxilio sanitario. En lo que va de año, alrededor del 70% de los componentes de la Guardia Civil de Teruel, han recibido formación de soporte vital básico y manejo de desfibrilador, sabiendo que es la herramienta que salva vidas.

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