Huesca

La trágica lista de los accidentes en el Pirineo suma 23 fallecidos en lo que va de año

El mes de julio está siendo el más trágico, con siete personas muertas en la provincia de Huesca mientras realizaban actividades en la naturaleza. 

Imagen obtenido del vídeo de un rescate efectuado el miércoles en el barranco Otal, en Torla-Ordesa.
Guardia Civil

Este verano está siendo especialmente trágico en cuanto a los accidentes mortales ocurridos en el medio natural de la provincia de Huesca. El parapentista y barranquista fallecidos este jueves en Castejón de Sos y Sahú, respectivamente. Solo en el mes de julio, que todavía  ha finalizado son siete las personas que han perdido la vida. La triste estadística de 2024 suma ya 23 muertos en montaña, nueve más que en todo el año 2023. 

La de este jueves no ha sido la única jornada con dos fallecidos en el Pirineo aragonés. El 16 de julio se registraron también dos muertes, la de un senderista en los Mallos de Riglos y la de un vecino de Jaca que se despeñó en Ansó cuando estaba cogiendo setas. En este mes han muerto además dos senderistas, en los Mallos de Riglos y el Pico Perdiguero (Benasque) así como un hombre que se ahogó en el río Ara, en Fiscal, tras lanzarse al gua para intentar salvar a su sobrino, al que arrastraba la corriente. El menor se salvó.

En junio se produjeron otras tres muertes. Un surfista falleció mientras practicaba surf en el embalse de Barasona, en Graus; un piragüista  murió en un accidente de kayak en el río Ara, en Torla y un montañero perdió la vida al ser alcanzado por un desprendimiento de rocas en el balcón de Pineta.

También fueron tres los accidente mortales registrados en mayo. El día 9,  un policía nacional murió tras una caída desde 35 metros de altura cuando hacía rapel en Yésero. El día 18 se localizó en el barranco de Ara el cadáver a un vecino de Zaragoza que tenía una segunda residencia en Abena (Jaca). Salió a pasear y sufrió una caída. El último día de ese mes, un montañero murió en el Pico Aguja Cardiel (Sallent de Gállego).

En abril, un mujer francesa falleció en un barranco en Tella-Sin y un bombero madrileño murió en la cascada de Sorrosal, en Broto. También se produjeron accidentes mortales en enero, con la muerte de un montañero en el Aspe (Aísa), y en febrero, cuando un escalador perdió la vida en el mismo pico. 

A estas 17 personas, las cifras de la Guardia Civil suman las de dos fallecidos por infarto y las de cuatro suicidios ocurrido en terreno agreste en el Pirineo y en cuyos rescates ha sido necesaria su intervención. En total, la estadística arroja 23 muertes.