Piden ayudas por la devastadora tormenta en El Temple: "Hay bastantes pérdidas económicas"
La alcaldesa de Gurrea de Gállego confía en el apoyo de la Diputación Provincial de Huesca -que ya lo ha explicitado-, de la Comarca Hoya de Huesca y del Gobierno de Aragón.
"Hay bastantes pérdidas económicas". Así resume Ana Irigoyen, la alcaldesa de Gurrea de Gállego, las consecuencias de la devastadora tormenta que duró apenas 15 minutos pero barrió el jueves por la tarde varios pueblos de la Hoya de Huesca, cebándose especialmente con la localidad de El Temple. Allí, vientos de más de 100 km/h derribaron cientos de árboles que dañaron casas, bloquearon por la noche la carretera de acceso y causaron cortes de luz de varias horas.
Todavía no han cuantificado los daños económicos, pero Irigoyen confía en que lleguen ayudas de la Diputación Provincial, de la Comarca Hoya de Huesca y del Gobierno de Aragón.
En el resto del municipio contabilizaron siete torres de alta tensión de Iberdrola derribadas, que provocaron cortes en luz en varias empresas, y también daños en campos agrícolas con la pérdida de hasta 300 almendreras de vez.
El presidente de la DPH, Isaac Claver, que visitó este viernes la zona junto a la presidenta comarcal, Mónica Soler, ofreció "toda la colaboración que sea precisa, incluso la realización de obras de forma directa por parte de la institución".
Desde el PSOE, que también se desplazaron a la zona para conocer in situ el alcance de los daños, pidieron a la Diputación una "respuesta inmediata" para ayudar a los ayuntamientos afectados.
Desde primera hora de la mañana, decenas de personas trabajaron a destajo para limpiar los restos del vendaval y reponer los servicios básicos. Entre ellos había bomberos de Sariñena y la Unidad de drones del Speis de la DPH; operarios de Endesa, que lograron reparar a última hora la avería que mantuvo a 80 clientes sin luz durante casi toda la jornada; dos cuadrillas forestales del operativo Infoar para ayudar en las tareas de despeje y limpieza de árboles y ramas; agentes de la Guardia Civil; así como numerosos vecinos del municipio.
El caída de árboles causó desperfectos en varias casas, tanto en fachadas como en tejados. Los inquilinos de una de ellas la abandonaron por precaución. También quedó precintado el camping -el jueves ya fueron desalojados de urgencia sus 31 ocupantes- hasta que una empresa especializada valore el estado del arbolad. Gurrea y Ontinar han ofrecido sus piscinas a los vecinos de El Temple hasta que se reabran.
La alcaldesa aplaudió la "eficaz y rápida" actuación de los servicios de emergencias y de Endesa, y agradeció la colaboración de los voluntarios para tratar de volver a la normalidad lo antes posible.
