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Una tormenta tumba ocho torres eléctricas en La Almolda y arranca el tejado de una granja
La intensidad de la lluvia y el viento también provocaron daños en los caminos rurales y la entrada de agua en algunos inmuebles.
El caos de la AP-2 no fue la única afección de la fuerte tormenta que este pasado domingo se registró en el entorno del municipio de La Almolda. La fuerza de la lluvia y el viento tumbaron ocho torres de luz del suministro eléctrico de la comunidad de regantes Montes Negros y además, arrancaron el tejado de una explotación ganadera de bovino. También se produjeron importantes daños en caminos rurales y el agua se colocó en viviendas, corrales y cocheras del casco urbano.
"Impresionaba", reconoce la alcaldesa de La Almolda, Montse Ordovás, al describir la fuerza de la tormenta, que comenzó sobre las 22.15 y dejó más de 40 litros por metro cuadrados en alrededor de 30 minutos. "Al principio, hubo mucho aparato eléctrico, que se veía en la zona de la ermita de Santa Quiteria, y después, llegó el granizo, dando paso al agua y al viento", describe la primera edil.
Al acumularse una gran cantidad de agua en poco tiempo, las calles se convirtieron en ríos, arrastrando las tapas de los registros y provocando inundaciones en algunos inmuebles, especialmente en cocheras y corrales. El agua también entró en el bar de las piscinas, donde "pasaron un rato muy malo", señala Ordovás.
Uno de los vecinos más perjudicados fue José Antonio Samper. Al pasar la tormenta, se acercó a su nueva explotación de bovino y sin esperarlo, se encontró con "un auténtico desastre". La fuerza del viento ha arrancado el techo. "Han volado los paños de chapas completos, es decir, con las propias vigas, que deben pesar sobre 300 kilos", explica el ganadero, lamentando los graves daños sufridos. "Tuvo que formarse una especie de remolino o ciclón, ya que es un material pesado y ha volado alrededor de 100 metros", describe. Por suerte, los animales resultaron ilesos.
Otra de las afecciones más graves afecta a la comunidad de regantes Montes Negros. En este caso, la tormenta tumbó ocho de las torres de luz del suministro eléctrico necesario para el riego de 3.600 hectáreas de los municipios de Bujaraloz, Peñalba y La Almolda. A la espera de su sustitución, los agricultores tendrán que tirar de las bombas de gasoil para poder seguir abasteciendo la demanda de agua, lo que, junto a los propios daños sufridos, elevará sus gastos.
Las torres han caído en suelo de la Confederación Hidrográfica del Ebro, dentro del término municipal de La Almolda. En la misma zona, hay además numerosos caminos con desperfectos a causa de la tormenta.
