Huesca
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Avanza la peatonalización del centro de Huesca con el proyecto para urbanizar una nueva arteria

El Ayuntamiento somete a exposición pública la reurbanización de la calle Zaragoza.

Vista del tramo de la calle Zaragoza que va a reurbanizarse desde la calle Cabestany.
Vista del tramo de la calle Zaragoza que va a reurbanizarse desde la calle Cabestany.
Heraldo

El Ayuntamiento de Huesca mantiene una velocidad de crucero para finalizar la peatonalización del centro de la ciudad, iniciada en 2013 por la alcaldesa del PP Ana Alós y frenada cuatro años después por el gobierno socialista, que decidió intervenir en otras zonas, como el paseo Ramón y Cajal. Once años después, los populares, de nuevo en el gobierno local con Lorena Orduna como primera edil, retoman el proceso.

Las obras de peatonalización del Coso Alto entre la plaza Inmaculada y la calle Amistad comenzarán después de las fiestas de San Lorenzo, del 9 al 15 de agosto. Pero ya está finalizado el proyecto de la calle Zaragoza entre la plaza Navarra y la calle Cabestany, que se encargó a final de 2023 al arquitecto Sixto Gavín.

Esta actuación, con un presupuesto de casi 710.000 euros (con IVA), ha salido a información pública. Este tramo de la calle Zaragoza fue uno de los quedaron a medias en el mandato de 2011 a 2015. Se limitó el paso de vehículos pero no se hicieron obras. Aún así, cuando en 2016 el alcalde, Luis Felipe, habló de llevar a la Ponencia de Movilidad las restricciones establecidas, los vecinos organizaron una recogida de firmas para que estas se mantuvieran porque tenían "menos ruido, menos contaminación, más seguridad y más vecindad".

La reurbanización de este tramo, donde se instalaron cámaras para la lectura de matrículas, no se acometerá de inmediato, ya que este año solo hay presupuesto para los trabajos del Coso Alto. No obstante, la intención del actual gobierno del PP es disponer cuánto antes de los proyectos para poder ejecutarlos a lo largo de este mandato municipal.

La peatonalización de la calle Zaragoza afectará a un tramo de unos 164 metros de longitud. Existe acera a ambos lados, una banda de aparcamiento en línea en el lado oeste y dos carriles centrales para la circulación de vehículos. El estado general del firme es irregular debido, en gran parte, al paso del tiempo y el deterioro es especialmente visible en determinados puntos.

Árboles y bancos

El proyecto contempla la configuración de una plataforma continua, sin barreras arquitectónicas de ningún tipo. Las líneas de arbolado se mantendrán en su posición original, ayudando a separar la zona exclusiva de los peatones de aquella por la que circularan los vehículos autorizados. Los bancos y la iluminación se colocarán en este mismo eje, todo el mobiliario se concentrará a ambos lados de la zona de rodadura. Donde ahora están los aparcamientos se ubicarán contenedores soterrados y aparca-bicis.

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