Huesca
Suscríbete

Accidentado descenso de los navateros del Sobrarbe: "Lo ven como algo bonito pero es peligroso"

La fiesta de las navatas ha vuelto al Cinca con lluvia, tras la suspensión del año pasado por la sequía.  

Imágenes del descenso de navatas por el Cinca.
Alegría de los tripulantes de la tercera navata, que ha llegado a Aínsa no sin dificultades.
Verónica Lacasa.

La fiesta de las navatas ha vuelto al Sobrarbe. Si en 2023 hubo que suspenderla por primera vez en su historia de 38 ediciones a causa de la sequía, esta vez los navateros han tomado la salida en Laspuña con lluvia y han podido recorrido hasta la localidad de Aínsa, donde esperaban cientos de personas apostadas sobre el puente y en las orillas. 

La salida la han tomado a las 11.00 tres embarcaciones de madera de dos trampos cada una, después de una ofrenda floral en el monumento a los navateros, una misa y un almuerzo popular. La suerte que ha corrido cada una ha sido dispar. A la altura de Escalona el Cinca llevaba 35 metros cúbicos por segundo, un caudal suficiente para empujar los troncos. 

La primera navata ha llegado a la meta, en la cola del embalse de Mediano, una hora y cuarto después de salir, pero para ver llegar la última ha habido que esperar otros 60 minutos. Alba Betato ha sido la única mujer en bajar el Cinca hoy, e iba a bordo de la que antes ha tocado 'puerto'. Ella se apresta a aclarar que en los preparativos de las balsas trabajan más mujeres. 

Pese a su juventud lleva participando más de 10 años, la primera vez con su mayoría de edad. "Nos ha pillado la lluvia al principio y al final y el tiempo nos ha dado una tregua el resto del camino". La única dificultad la han encontrado en una 'rasa', una zona de piedras y con menos agua. Pese al deshielo y a la primavera húmeda, el caudal tampoco era excesivo, ha comentado Alba Betato. "Otros años hemos ido con mucha más agua".

Algo peor le ha ido a la segunda navata. Javier Garcés iba a bordo de ella. Por "un despiste", se han atascado con una piedra. "En el trozo más tonto íbamos tranquilos, y con tanta agua en un momento la lías. Al final la hemos podido sacar", ha explicado a la llegada en la cola de Mediano, donde los bomberos de la Diputación de Huesca, con una balsa neumática, han ayudado a remolcarlas, ya que había que ir a contracorriente hasta 'puerto'. 

Garcés lleva muchos descensos a sus espaldas pero este año "había más ganas", dice, debido a la suspensión del 2023. La actividad no está exenta de peligros y de sacrificios. "La gente lo ve como algo muy bonito pero es peligroso", afirma. 

Lo ha podido comprobar la tercera tripulación, que ha empleado dos horas en el descenso. "Ha sido emocionante", ha reconocido Paco Sierra, ya en tierra firme. "Ha llovido, hemos pasado frío, nos hemos atascado en una piedra... Había más de un metro de agua y nos hemos tenido que meter en el río para sacarla". Nuevamente con ayuda de los bomberos, se ha podido desencallar. 

No obstante, Paco Sierra reconoce que todos los años hay incidentes. "Alguna vez ni siquiera hemos podido llegar y hemos tenido que dejar la barca y salir nadando o con ayuda de algún tronco. Pero es normal porque somos aficionados y bajamos solo una vez al año", añade, coincidiendo con sus compañeros en que no una actividad exenta de peligro. "Cuando coges un rápido, el río tiene una fuerza enorme", dice.

Luis Cosculluela lo corrobora, recordando que algún antiguo navatero murió en los estrechos del Cinca cerca de Mediano. Él conduce el tractor encargado de arrastrar cada una de las balsas tierra adentro. Mañana un camión las llevará al almacén de Laspuña, cerca de la central hidroeléctrica de Lafortunada, donde se guardarán. La madera se mantiene unos cuatro años, eso sí, hay que cambiar cada temporada los verdugos, las cuerdas que sujetan los troncos, porque al secarse se quedan rígidos.   

Ortensia Clemente, residente en Barcelona pero con ascendientes altoaragoneses, era la primera vez que asistía al espectáculo. "Si lo ves en una foto no es lo mismo que si lo ves en directo. Es una expresión cultural que se debe mantener", afirma, sorprendida de la gran cantidad de público que atrae la fiesta.  

El presidente de la Comarca del Sobrarbe, José Manuel Bielsa, ha destacado su carácter de "fiesta popular" en homenaje a aquellos hombres que trabajaban en el monte sacando madera y luego la bajaban por el río hasta el bajo Ebro, "una labor dura y que dio sustento a muchas familias en esta comarca y en todo el Pirineo". Ha alabado la iniciativa de los promotores, muchos descendientes de aquellos navateros, para recuperar el oficio, aunque sea solo por un día. 

En torno a las navatas hay un extenso programa festivo que este año por primera vez ha incluido una feria de productos locales kilómetro cero que aprovecha el tirón de público para promocionar la miel, las mermeladas o las cervezas del Sobrarbe.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión