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Mucho más que recuperar cultivos

El proyecto Cielos de Ascara, de Atades, no solo ha servido para recuperar variedades ya extintas, también se ha convertido en la mejor forma de inclusión de personas con discapacidad.

En la imagen, Marí Cruz Deogracias, en Ascara.
En la imagen, Marí Cruz Deogracias, en Ascara.
Cielos de Ascara

En 2017, fecha en la que se puso en marcha el proyecto ‘Cielos de Ascara’, nadie podía imaginarse que el año pasado se cosecharan 17.000 kilos de centeno pirenaico, el primer cultivo que se recuperó gracias a este proyecto ecosocial puesto en marcha por Atades en esta pequeña localidad del Pirineo aragonés.

Una iniciativa que se ha convertido en todo un referente, no solo en la recuperación de cultivos tradicionales, sino en materia de inclusión, ya que son muchas las personas con discapacidad intelectual o en riesgo de exclusión que participan en este proyecto, cuyo origen está en el legado de una familia solidaria, natural de Ascara.

A lo largo de estos años, a la recuperación del centeno se han unido otros muchos cultivos. "Hoy en día contamos con cuatro variedades de boliches (blanco, amarillo, negro y rojo), así como con dos de garbanzos (Osia, que ya está a la venta, y Cucalón)", indica Mari Cruz Deogracias, responsable de Cielos de Ascara, quien recuerda que también se está recuperando una pequeña muestra de judía careta de la localidad de Bailo.

De todas estas variedades de legumbres, que se cultivan en una superficie que ronda las dos hectáreas, el año pasado se cosecharon alrededor de 400 kilos, algunos destinados a la siembra de nuevas cosechas y el resto para la venta. Estos últimos desaparecen como por arte de magia. "Toda la producción está vendida antes incluso de cosecharla, porque la gente está encantada con la iniciativa y es muy receptiva con nuestros productos", explica orgullosa.

Campos de centeno en ´Cielos de Ascara´.
Campos de centeno en ´Cielos de Ascara´.
Cielos de Ascara

Además de estas variedades, recuperadas gracias al trabajo diario de tres personas fijas en plantilla, a las que se suman casi una docena más en época de recolección, los profesionales que trabajan en Cielos de Ascara están inmersos en otros proyectos, como es el caso de una variedad de lentejas de centenero, que se espera poner a la venta este año. También han vuelto a los campos de Ascara la guija, con la que se elabora la harina que se empleaba tradicionalmente para hacer las gachas.

"El balance que podemos hacer de todo este tiempo es muy positivo, porque hemos podido recuperar variedades tradicionales que se habían perdido porque la gente mayor ya no las cultivaba y que muchos no sabían ni tan siquiera que ya no existían. Desde nuestros inicios apostamos por la agricultura ecológica y por la fusión con el territorio", señala.

Cielos de Ascara cuenta, además, con cultivos de pasto que sirven como recuperadores de suelos explotados y que luego se venden como hierba para los ganaderos de la zona. Pero no solo eso, estos campos también ayudan en la producción de miel, ya que, al tratarse de cultivos melíferos, son la principal fuente de alimento las abejas del proyecto de apicultura que se comercializa bajo la marca Legado de Ascara.

"El balance que podemos hacer de todo este tiempo es muy positivo, porque hemos podido recuperar variedades tradicionales que se habían perdido porque la gente mayor ya no las cultivaba y que muchos no sabían ni tan siquiera que ya no existían"

Por otra parte, bajo la marca Legado de Ascara, durante la campaña 2023-2024, se pudieron recoger las primeras trufas de la plantación de encinas micorrizadas, que se plantaron hace seis años y que ya han empezado a dar sus frutos. En total son 13 hectáreas, de las cuales 5 han entrado en producción y ya pueden comercializarse

"Dentro de este proyecto ecosocial también hemos empezado a moler los primeros granos de centeno para elaborar harinas gracias a un molino artesanal de piedra y, en un futuro próximo, nos gustaría recuperar más variedades y apostar por el turismo ambiental en nuestras instalaciones, que ya están muy recuperadas. Queremos hacer talleres para niños y que conozcan de primera mano todo el proceso necesario para recuperar una variedad y vean también lo importante que es la tarea de inserción que llevamos a cabo", afirma Mari Cruz Deogracias.

Inserción real

Y es que Cielos de Ascara es mucho más que una forma de cultivar la tierra y volver a disfrutar de los sabores de antaño. "Se trata de la herramienta más eficaz para fomentar la inserción del colectivo de personas con discapacidad dentro de un entorno normalizado. La agricultura es el medio para llegar a este fin, que persigue Atades desde sus orígenes", explica.

"Cielos de Ascara es la herramienta más eficaz para fomentar la inserción del colectivo de personas con discapacidad dentro de un entorno normalizado

Y gracias a esta iniciativa, el proyecto ecosocial y agroecológico Cielos de Ascara, impulsado por el Centro Especial de Empleo Gardeniers, se ha convertido en todo un referente la inserción sociolaboral en el Pirineo aragonés.

Desde Atades, a lo largo de este tiempo, se han ampliado mucho los servicios de su agencia de colocación, así como sus programas de empleo para personas con discapacidad intelectual, capacidad intelectual límite, autismo y en riesgo de exclusión, facilitando su inserción laboral y en la vida social gracias a los cursos que se organizan. WSon personas que luego han participado en los trabajos que se desarrollan en Cielos de Ascara", concluye la responsable de un proyecto en el que se ha demostrado que la inserción real es posible siempre que haya buena voluntad y buenas ideas.

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