Tres consejeros acumulan ahora la mitad de las direcciones generales del Gobierno de Aragón
La 'supervicepresidenta' concentra el control sobre 11 de los 52 puestos del segundo nivel de la Administración y los titulares de Hacienda y Fomento suman otros 15.
La reestructuración del Gobierno de Aragón tras la salida de Vox concentra el poder en tres consejerías, que suman la mitad de todas las direcciones generales del nuevo gabinete del PP. La acumulación llega hasta el punto de convertir a Mar Vaquero en la ‘supervicepresidenta’, no solo porque pase a ser la número dos del Ejecutivo tras la salida del hasta ahora vicepresidente primero, Alejandro Nolasco (Vox), sino porque manda ya sobre 11 de los 52 altos cargos que forman parte del segundo nivel de la Administración autonómica.
Los otros dos consejeros sobre los que ya recaía un mayor peso político, los de Hacienda y Fomento, también salen reforzados tras la ruptura de la coalición con la extrema derecha. El titular que controla las arcas públicas y la política de personal, Roberto Bermúdez de Castro, alcanza las ocho direcciones generales. Mientras, el político responsable de todo lo referido a las infraestructuras, el transporte y el urbanismo, Octavio López, llega a tener otras siete. Es decir, entre las tres consejerías suman 26 de los 52 puestos directivos de la DGA.
Mar Vaquero acrecienta el poder en el Pignatelli. Ya controlaba la cartera económica, con siete direcciones generales, y ahora se hace cargo de otras cuatro asociadas a las competencias de Presidencia y Justicia: la propia de Justicia, Servicios Jurídicos, Desarrollo Estatutario y la de Relaciones Institucionales, Acción Exterior y Transparencia.
De igual forma, pasa a controlar el Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión (Cartv) y el Consorcio de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP). Todo se añade a la Corporación Empresarial Pública de Aragón (CEPA) y a siete sociedades y fundaciones, además de tener bajo su supervisión los institutos de Fomento (IAF) y el Tecnológico de Aragón (ITA). Igualmente, retiene la portavocía del Gobierno y cede únicamente el Instituto Aragonés de Empleo (Inaem) a la Consejería de Empleo, Ciencia y Universidad.
Por su parte, Roberto Bermúdez suma a la Intervención y a las seis direcciones generales de Hacienda y Administración Pública la de Interior y Emergencias. Esto supone que, además de marcar la política presupuestaria y de personal, ahora afronta las competencias de interior, seguridad, emergencias y protección civil, juego, espectáculos, asociaciones, fundaciones y colegios profesionales, así como las delegaciones territoriales de Huesca y Teruel y las oficinas delegadas.
El tercer consejero con más influencia es Octavio López, que añade Despoblación, Desarrollo Territorial (unida a Urbanismo) y Administración Local a una cartera ya de por sí estratégica por sus cinco direcciones generales: Vivienda, Urbanismo, Transportes, Carreteras e Infraestructuras y Planificación Estratégica. Lo que no cambia es la lista de sociedades dependientes, relacionadas con la logística, el urbanismo y el transporte.
Ajuste en la Administración
La Administración autonómica se pretende reducir y el primer paso se dio el pasado viernes con la eliminación de la consejería de Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia. El decreto de estructura, que se publicará esta semana, ahondará en esta línea con la supresión de dos direcciones generales, las de Desarrollo Territorial y Caza y Pesca, para fusionarse con otras dos existentes.
La primera se redenomina para recuperar su nombre histórico, Ordenación del Territorio, y se integra con Urbanismo, que lidera Carmelo Bosque. La segunda pasa a Medio Natural, ya que siempre había sido una jefatura de servicio hasta que Vox quiso elevarla de categoría y colocar a Jorge Valero, cuyo nombramiento estuvo rodeado de polémica por su apología del fundador de la Legión y uno de los generales que participó en el golpe de Estado que desembocó en la guerra civil, José Millán-Astray.
Solo con la salida de Nolasco del Pignatelli se han recortado cinco altos cargos y puestos de libre designación: una secretaría general técnica, una jefatura de gabinete, una secretaría particular y dos asesores, uno de los cuales estaba vacante. El ahorro no acabará ahí, dado que desaparecerán buena parte de los puestos de altos funcionarios creados con la estructura generada para su departamento de Despoblación, aunque solo una mínima parte se han llegado a cubrir.
El reparto de las direcciones generales
Presidencia, Economía y Justicia: Política Económica; Trabajo, Pymes y Autónomos; Promoción Industrial e Innovación; Comercio, Ferias y Artesanía; Energía y Minas; Protección de Consumidores y Usuarios; Relaciones Institucionales, Acción Exterior y Transparencia; Servicios Jurídicos; Desarrollo Estatutario y Justicia.
Hacienda, Interior y Administración Pública: . Intervención General; Presupuestos; Financiación y Fondos Europeos; Tributos; Función Pública; Contratación, Patrimonio y Organización; Administración Electrónica y Aplicaciones Corporativas e Interior y Emergencias.
Fomento, Vivienda, Logística y Cohesión Territorial: Vivienda; Urbanismo y Ordenación del Territorio; Transportes; Carreteras e Infraestructuras; Planificación Estratégica y Logística; Despoblación y Administración Local.
