El Ministerio de Hacienda ha revisado la senda de déficit de los próximos años en favor de las comunidades autónomas, de tal forma que el superávit del 0,1% previsto inicialmente se posterga, como pronto, hasta 2028. De hecho, los territorios contarán en los próximos tres ejercicios con un margen de gasto del 0,1%, dos décimas de colchón que el caso de Aragón se traducen en unos 100 millones de euros cada curso (50 por décima). Desde la DGA, no obstante, denuncian un reparto «injusto» ya que el grueso del déficit, el 2,4% para 2025, queda en manos del Estado.

Así lo ha trasladado la ministra en el Consejo de Política Fiscal y Financiera que celebrado en Madrid, y en el que Montero también ha informado de las transferencias a cuenta de 2025. En este caso, las comunidades recibirán más de 147.000 millones, un 9,5% más que este año, mientras que los ayuntamientos ingresarán del Estado 26.893 millones, un 13,1% más.

Lo que no ha detallado la ministra es el desglose por comunidades, que se comunicará antes de finalizar el mes en otra reunión técnica. El consejero de Hacienda de la DGA, Roberto Bermúdez de Castro, ha destacado la importancia de contar con este dato cuanto antes, puesto que es clave para la elaboración del presupuesto de 2025. A falta de confirmación, y aunque el crecimiento medio se sitúa en ese 9,5%, el representante aragonés estima que una vez descontada la liquidación del anterior ejercicio, la mejora se quede "entre el 1% y el 3%".

Respecto al objetivo de déficit marcado por Hacienda, Bermúdez de Castro, así como el resto de representantes autonómicos del PP, ha criticado que el Gobierno central mantenga el grueso del margen de gasto. En concreto, el 96% del déficit queda en manos del Estado, frente al 4% que disfrutarán las comunidades. "Nos hemos abstenido porque la información nos ha llegado esta mañana, y sobre todo ante la falta de un reparto más justo", ha criticado el consejero tras la reunión.

Financiación autonómica

El otro gran asunto del orden del día, incluido por el PP, ha sido la reforma del sistema de financiación autonómica. Todas las miradas estaban puestas en este caso en la representante catalana, la consejera Natàlia Mas, que ha defendido su reivindicación de un trato “singular” para la Generalitat. “Es una propuesta basada en la responsabilidad fiscal y que no causa ningún perjuicio a ningún otro territorio", ha dicho a la prensa momentos antes de iniciarse el encuentro.

Las comunidades del PP, incluida Aragón, rechazan cualquier trato que suponga un trato “desigual” en favor de Cataluña. “Todos somos iguales y, por tanto, todos tenemos derecho a poder prestar los mismos servicios con los mismos recursos”, advertía el consejero de Hacienda de la DGA, Roberto Bermúdez de Castro, a las puertas del Ministerio.

"Como era de esperar, no se ha llegado a ningún tipo de acuerdo", ha resumido tras su finalización. "Le hemos pedido a la ministra que sea valiente, que se junten a todas las comunidades y que de una vez por todas, después de casi 17 años, se aborde la reforma del sistema de financiación", ha desvelado el consejero aragonés.

"Tenemos recursos escasos -ha proseguido-, estamos sufriendo presupuestariamente por culpa de la necesidad de gasto, de la necesidad de mejores servicios en sanidad, en educación y en servicios sociales". Pero sobre todo, Aragón y el resto de comunidades del PP se han opuesto a la propuesta de un modelo "singular" para Cataluña.

"Supondría una pérdida de la igualdad entre españoles, una ruptura de la Hacienda española, y que Aragón tuviera serias dificultades para poder pervivir como comunidad", ha alertado.

Reforma del reglamento

Por otro lado, las comunidades del PP han llevado al Consejo una reforma de su reglamento, de tal forma que el Gobierno central no tenga tanto peso (el 50%) en la toma de decisión. En la actualidad, sus propuestas salen adelante con el respaldo de una sola autonomía, y los conservadores consideran este sistema injusto y contrario a sus intereses. La ministra Montero lo ha rechazado. “Pedíamos un voto más ponderado, pero lo han echado atrás”, ha resumido Bermúdez de Castro.