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Aragón detecta 13 casos de botulismo alimentario desde el año 2000

Además, en mayo de 2024 se notificó en la provincia de Zaragoza una sospecha de botulismo iatrógenico tras la administración de un preparado de toxina botulínica con fines estéticos fuera del ámbito sanitario.

El botulismo es una enfermedad grave pero infrecuente
El botulismo es una enfermedad grave pero infrecuente
HA

Aragón ha detectado un total de 13 casos de botulismo alimentario desde 2000 hasta la actualidad. Se trata de una enfermedad bacteriana grave que provoca parálisis y está causada por una toxina que afecta a los nervios del cuerpo. 

Así se desprende del último Boletín Epidemiológico de Aragón, publicado este jueves, que recuerda que ante la sospecha de botulismo se deberá notificar inmediatamente a Salud Pública. En el botulismo alimentario es importante la identificación del alimento causal para prevenir nuevos casos. Asimismo, se deberán recoger muestras del caso antes de la administración de la toxina botulínica y de todos los alimentos sospechosos.

El Boletín recoge, además, que el pasado mes de mayo se notificó en la provincia de Zaragoza un caso de sospecha de botulismo iatrógenico tras la administración de un preparado de toxina botulínica con fines estéticos por una persona no autorizada y fuera del ámbito sanitario. La víctima de esta operación 'pirata' fue una mujer de mediana edad, que viajó a la capital aragonesa para someterse a una operación de bótox y acabó ingresada en la uci. 

Tal y como traslada Salud Pública, el botulismo es una enfermedad grave, pero infrecuente

Desde el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades explican que el botulismo se presenta de forma natural en tres formas. Está el botulismo transmitido por alimentos, una intoxicación causada por comer alimentos que contienen toxinas del botulismo; el botulismo intestinal, causado por el consumo de esporas de botulismo, que luego germinan y se convierten en bacterias y liberan toxinas en los intestinos de los adultos (toxemia intestinal del adulto) o de los bebés menores de un año (botulismo infantil); y el botulismo por heridas, causado por esporas que infectan una herida, germinan y se convierten en bacterias que luego liberan toxinas.

Existen otras dos formas de la enfermedad que no se producen de forma natural: el botulismo por inhalación, causado por la inhalación de toxinas que se han liberado accidental o deliberadamente en forma de aerosoles (por ejemplo, en eventos de bioterrorismo), y el botulismo iatrogénico, la forma más reciente de botulismo provocado por el hombre, que puede ocurrir como un evento adverso después de la administración de toxinas por razones médicas o cosméticas.

Botulismo de transmisión alimentaria

El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades asegura que el botulismo de transmisión alimentaria es la forma más común de la enfermedad. Suele estar causado por alimentos procesados de forma inadecuada, a menudo enlatados, conservados o fermentados en casa (por ejemplo, verduras, carne o pescado). Los síntomas del botulismo se caracterizan por debilidad muscular que puede provocar insuficiencia respiratoria. Los síntomas pueden ser muy graves y requerir tratamiento intensivo, así como la administración de una antitoxina. Incluso cuando estos tratamientos están disponibles, la recuperación completa suele tardar semanas o meses, y entre el 5 y el 10 % de los casos son mortales.

Para prevenir el botulismo es fundamental tener cuidado al envasar los alimentos, evitar consumir alimentos de latas que parezcan hinchados ya que esto podría ser un signo de gases producidos por bacterias y guardar los alimentos que no hayan sido procesados completamente en el frigorífico. Hervir los alimentos enlatados en casa durante al menos diez minutos antes de consumirlos puede desactivar la toxina del botulismo.

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