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Un bachillerato casi directo a la universidad francesa: "He podido cumplir mi sueño"

Los institutos Pirineos y Martínez Vargas prevén ofertar el programa bachibac, uniéndose así al Pablo Serrano, el único que hasta ahora contaba con esta modalidad en Aragón.

Guillermo Valls, Kate Ramón, Luna Ostalé, Jesús Marco, Carolina Sanz, Alan Gómez, María García, Sara Suso y Noa Monzón.
Guillermo Valls, Kate Ramón, Luna Ostalé, Jesús Marco, Carolina Sanz, Alan Gómez, María García, Sara Suso y Noa Monzón.
Francisco Jiménez

Estudiar en una universidad francesa como las prestigiosas Sorbona o Paris-Saclay. Este es uno de los objetivos que tienen los jóvenes que cada año se matriculan en el programa bachibac, que hasta ahora solo lo ofertaba el instituto Pablo Serrano. Otros buscan mejorar su nivel de francés o incluso dejarse más puertas abiertas de cara a su futuro académico. Son muchos los escenarios, pero la realidad es que el "esfuerzo" de cursar esta doble titulación –si aprueban todas las asignaturas y superan el examen de Estado, conocido como prueba externa, logran tanto el título de bachillerato francés como el español– "tiene su recompensa". 

"Además de las materias del bachillerato español elegidas, tienen Lengua y literaturas francesas, Historia de Francia y de España y Cultura y civilizaciones francesas, es decir, dos horas semanales más que cualquier alumno", especifica Jesús Marco, coordinador de este programa, cuya demanda ha ido creciendo con los años.

"En primero tenemos 30 alumnos y aunque pedimos a la Administración desdoblar en dos grupos, no nos dejó. Es un error. Lo ideal es que sean grupos de 15 porque es un sistema muy complejo", lamenta el director del centro Pedro Martín, quien destaca que se trata de un programa "de calidad" en el que "merece la pena invertir dinero". Además, la sensación es que el interés de los jóvenes pueda ir a más, pero para ello, incide, sería necesario introducir un "volumen de recursos adicional" ya que cuentan con un "severísimo problema" de espacios.

Por su parte, en el conjunto de la Comunidad, la intención del Departamento de Educación es seguir ampliando la oferta. Los institutos Pirineos (Jaca) y Martínez Vargas (Barbastro) lo ofertarán para el periodo de matrícula y, si hay suficientes interesados, se impartirá a partir de septiembre. Se sumarán así al centenar de centros españoles que cuentan con este proyecto nacido de un acuerdo entre Francia y España.

"Lo mejor de cada sistema"

"Con este modelo, nos quedamos con lo mejor de cada sistema", subraya Conde y así lo corroboran también los estudiantes. "El bachibac me ha aportado algo que uno ordinario no podría haber hecho: una metodología diferente", reconoce María García. En este sentido, señala que los profesores del centro ponen en valor la forma de redactar y de expresarse de estos alumnos: "En Francia se da mucha importancia a la lengua y la interculturalidad y eso se nota". La idea inicial de esta joven, que estuvo tres años de la ESO en un internado en el Pirineo francés, era quedarse en Zaragoza para estudiar Medicina, aunque todavía se está decidiendo tras obtener plaza en Paris VI.

Más claro lo tiene Luna Ostalé, que ya cuenta los días para empezar sus estudios en la Paris-Saclay, cumpliendo así su "sueño": "Cuando fui de viaje de fin de curso a Francia fue amor a primera vista". Descubrió este programa gracias a su profesora de Francés. "Ha habido asignaturas, como Historia en francés, que eran más complicadas porque el sistema de hacer los exámenes es diferente", recalca, aunque reconoce que, en términos generales, no ha sido imposible sacarlo adelante.

A su compañera Sara Suso también fue una docente la primera que le habló de esta posibilidad: "Empecé a informarme, con ayuda de mis padres, y vi que podía ser una gran oportunidad". Y no se equivocó. "Al principio fue un poco de agobio porque hasta que no te metes no sabes el esfuerzo que supone, pero al final se agradece", detalla esta joven que destaca que el modelo francés es "más práctico" y de "aplicar los conocimientos". Todo ello lo pondrá en práctica en el grado en Traducción e Interpretación.

Una tradición casi familiar

"Mi hermana ya estudió aquí y desde el principio veía que trabajaba de otra manera, era todo mucho más aplicado a la práctica, al desarrollo... y me pareció muy interesante", recuerda Alan Gómez, que ahora ya tiene asegurada su plaza para estudiar Ecogestión en Pau. Su elección se basa precisamente en esa mayor "flexibilidad" del sistema francés: "Son grados más personalizados, tú puedes elegir asignaturas de uno y otro y en segundo te vas orientando". Como sus compañeros, coincide en señalar que en el bachibac el estudio es "más aplicado": "Te ayuda a desarrollarte personalmente y a conocer los métodos para abstraer tus ideas".

De hecho, todos los días, su tutor, Jesús Marco, les daba una cita y durante el primer cuarto de hora de clase reflexionaban sobre ella. "Es una metodología que me ha gustado mucho porque me ha permitido combinar mis gustos. Siempre he sido una alumna de ciencias, pero me gusta mucho reflexionar y las cosas abstractas", subraya Kate Ramón, cuya hermana también estudió en este programa. Ahora, cursa su tercer año en La Sorbona. Ella, de momento, no valora seguir sus pasos. "La idea es quedarme en España", sostiene, aunque todavía está decidiendo qué cursar dentro de la rama más científica y sanitaria.

Irse a Francia nunca ha sido una opción para Noa Monzón y Carolina Sanz, que ya estudiaban en el Pablo Serrano antes de empezar esta formación. Sin embargo, sí que buscaban afianzar lo máximo posible sus conocimientos de francés. "Me va a abrir muchas puertas. Y como tenía tantas dudas sobre qué estudiar, quería tener ese por si acaso en Francia", destaca Monzón, al tiempo que incide en la "pequeña familia" que han formado. Curiosamente la amistad intergeneracional es el tema que han trabajado este curso y lo hicieron a partir de ‘Monsieur Ibrahim et les fleurs du Coran’ de Éric-Emmanuel Schmitt y ‘La vie devant soi’ de Romain Gary. "La amistad y el nivel de francés es lo mejor que me llevo", resalta Sanz, que aspira a estudiar Ingeniería Química.

Guillermo Valls también quiere estudiar ingeniería, pero al contrario que sus compañeros la razón que le llevó al bachibac fue acercarse precisamente al sistema educativo español sin perder el nivel de francés, puesto que hasta entonces se había formado en el Lycée Molière. "Las asignaturas de ciencias son mucho más difíciles en la rama española", reconoce. Y todo ello le ha conllevado un "mayor esfuerzo para coger el ritmo". "Al final te adaptas y merece la pena", sostiene con la satisfacción de quien logra su objetivo. Una meta que todos han alcanzado con "buenos resultados". 

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