El déficit de médicos preocupa, y mucho, en los servicios de Urgencias hospitalarias de Aragón, donde siete de cada diez sustituciones quedaron vacantes tras el último llamamiento centralizado. De las 39 plazas ofertadas solo se ocuparon 11. 

Los sectores sanitarios aragoneses están buscando medidas para paliar la falta de facultativos. En el Miguel Servet, el hospital más grande de la Comunidad, solo se cubrieron tres de los ocho puestos incluidos en la oferta de contratos temporales. Ante esta situación, dos jefes de sección mayores de 55 años (exentos de esta función por edad) van a hacer guardias en verano. Además, cuatro médicos internos residentes (mir) que acaban su formación en septiembre harán también alguna guardia de apoyo. Para garantizar la atención, desde este servicio se pide a los profesionales su colaboración para hacer turnos extra y también se solicita ayuda a los compañeros del 061. 

Todo ello para intentar cubrir las vacaciones del personal en una época en la que se cierran camas en planta, se suceden las olas de calor y se registra una presión asistencial elevada. Hay que recordar que el Servicio Aragonés de Salud prevé cerrar 596 camas en agosto, el mes que concentra la mayor parte de las vacaciones de los profesionales, y también de los pacientes. La cifra irá variando a lo largo de todo el verano. 

Para el doctor Rafael Marrón, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes) en Aragón y jefe de sección de Urgencias del Miguel Servet, estos servicios "son los grandes olvidados del sistema sanitario". Pero, dice, a la vez se les exige ser "su red de seguridad". "Este año afrontamos el verano con gran preocupación por la perentoria falta de recursos humanos", indica.

"Esto no es nuevo -dice-, pero este año se dan algunas circunstancias que afectan sensiblemente a los servicios de Urgencias hospitalarios y a las Emergencias y que han hecho que salten todas las alarmas", concreta. En espera de la "aprobación inminente" de la especialidad de Urgencias y Emergencias estos servicios se nutren de profesionales de Medicina de Familia y Medicina Interna. 

Tal y como apunta el doctor Marrón, este año se producen dos circunstancias que han agravado el déficit de profesionales: "Por un lado, que los mir no terminan su formación hasta finales de septiembre y no hay mercado de especialistas a los que contratar. Y, por otro, que la Administración, ante la necesidad de cubrir los puestos de atención primaria (deficitaria también), ha primado e incentivado a los residentes de Medicina de Familia a cubrir las plazas en su especialidad original decantando a los profesionales por estos puestos".

Esto, unido a la complejidad del trabajo en Urgencias y Emergencias, que requiere cualificación y habilidades específicas, "hace que no sea sencillo encontrar candidatos". "Y ha provocado que en estos momentos estos servicios sean los puestos de más difícil cobertura de Aragón", puntualiza.

Según afirma, "para los profesionales de Urgencias va a ser muy difícil conciliar este verano su vida familiar, porque los turnos de salida de vacaciones se han tenido que restringir al máximo y porque será necesarios hacer muchos turnos extra".

"Para poder dar un servicio lo más digno posible a los ciudadanos pedimos a los usuarios que hagan un uso responsable y racional de las urgencias y a los gestores que sean eficientes en el drenaje de los enfermos ingresados que habitualmente en verano, debido a los cierres de camas, acaban acumulándose y saturando las urgencias con pacientes esperando subir a planta", pone de manifiesto el presidente de Semes Aragón.