El Servicio Aragonés de Salud y los sindicatos CSIF, CC. OO. y UGT firmaron el 28 de marzo de 2023, con el anterior Ejecutivo autonómico, un documento para la mejora de la Sanidad de Aragón, que ponía fin a casi dos meses de negociación y ocho reuniones y que frenó la huelga prevista para ese mismo mes. Más de un año después, las tres organizaciones reclaman una reunión de la comisión de seguimiento.

En este sentido, el encuentro se podría concretar la primera semana de julio, momento en el que desde el Salud se citaría a las tres organizaciones sindicales firmantes del acuerdo.

Hay que recordar que, entre otras medidas que se consensuaron entonces, figuraba la apertura de unos 40 centros de salud urbanos de 8.00 a 20.00, que se materializaría, según figuraba en el texto, a partir de 2024; o el abono del nivel 3 de la carrera profesional al personal sanitario de formación profesional y de gestión y servicios. 

El documento recogía también la implantación de la jornada laboral de 35 horas que, según se adelantó entonces, se haría de forma progresiva en tres años. La Mesa Sectorial de Sanidad ratificó este acuerdo a finales de noviembre del año pasado, de manera que cada año se va a reducir 40 minutos semanales. Para hacer frente a esta reducción horaria, que implicará reorganizar turnos y contratar a más personal, el coste se estimó en 24,7 millones para 2024.

Las tres organizaciones sindicales (CSIF, CC. OO. y UGT), que representan el 54% de trabajadores del Salud, recuerdan, habían solicitado también la convocatoria urgente de la Mesa Sectorial de Sanidad. Pedían, entre otros puntos, el encuentro para abordar diferentes temas. Entre ellos, tal y como aseguran, se encuentra conocer el impacto e información de la puesta en marcha del acuerdo de fidelización de residentes, los criterios de reparto de la productividad variable del año 2023, la carrera profesional o el calendario de trabajo para negociar temas pendientes.

La última Mesa Sectorial de Sanidad se celebró el pasado 5 de abril, cuando se abordó el plan de fidelización de los médicos internos residentes (mir), que busca retener a los nuevos especialistas y conseguir que los profesionales en el último año de formación trabajen este verano en los centros de difícil cobertura ante el déficit de facultativos. La medida salió adelante con el único respaldo del sindicato FTPS y con la oposición del resto de organizaciones sindicales, Cemsatse, CSIF, CC. OO. y UGT.