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historia 

Justicia reclama muestras de ADN a familiares de los 17 fusilados del cementerio de Borja

Esta semana se han tomado muestras a 15 familiares en Magallón y tres en Zaragoza. Uno de ellos, de 90 años, falleció días después de facilitar su muestra genética en el Hospital Militar. 

Mari Carmen Serrano Navascuez y Pilar Gimeno salen de la Clínica Forense de la Ciudad de la Justicia tras hacerse la muetsra de ADN para identificar a sus familiares de Magallón fusilados de la Guerra Civil.
Mari Carmen Serrano Navascuez y Pilar Gimeno salen de la Clínica Forense de la Ciudad de la Justicia tras hacerse la muetsra de ADN para identificar a sus familiares de Magallón fusilados de la Guerra Civil.
Alfonso Millán

El Ministerio de Justicia ha reclamado que se realicen muestras de ADN a los familiares de los 17 fusilados durante la Guerra Civil, enterrados en una fosa del cementerio de Borja y trasladados sin permiso al valle de Cuelgamuros (antes valle de los Caídos) en 1959. Esta es la consecuencia de haber identificado al primer aragonés Esteban Giménez Ezpeleta, nacido en Magallón en 1905 y asesinado en agosto de 1936, de los casi 300 que hay localizados procedentes de Aragón que se pueden recuperar.

La Clínica Forense del Instituto de Medicina Legal de Aragón ha realizado unas 15 muestras de familiares de la mayoría de los 10 enterrados de Magallón. Varias se hicieron con los más mayores en la localidad de la comarca de Borja para facilitar que evitar su traslado de la localidad; otra se hizo en el Hospital Militar a Enrique Chueca Izquierdo, de 90 años, para comparar su ADN con su padre Juan Chueca Sagarra, y poco tiempo después falleció. En los próximos días se tomarán muestras genéticas a familiares en Añón del Moncayo, Fuendejalón, Borja y Trasobares. 

Este viernes por la mañana se han realizado a dos familiares, Mari Carmen Serrano Navascuez y Pilar Gimeno, en la sede de la capital aragonesa de la Clínica Forense de la Ciudad de la Justicia, para comparar sus tomas con los restos de sus ancestros: Marino Navascuez Gracia, un agricultor de 31 años, y Conrado Gil Ruberte, de 56, respectivamente. Ellas son integrantes de la Asociación de Familiares y Amigos de los Asesinados y Enterrados en Magallón (Afaaem) y mostraron su emoción con este día tan histórico para sus respectivas familias.

Esta semana se han tomado muestras a 15 familiares en Magallón y tres en Zaragoza, de los que uno de 90 años falleció tras hacerlo en el Hospital Militar
Esta semana se han tomado muestras a 15 familiares en Magallón y tres en Zaragoza, de los que uno de 90 años falleció tras hacerlo en el Hospital Militar

“Marino era mi abuelo y fue asesinado el 7 de septiembre de 1936. Dejó una mujer viuda, a mi madre con tres años y a mi tío con seis meses, con la injusticia de la Guardia Civil”, recuerda Mari Carmen Serrano, de 65. “He venido a sacarme una muestra de saliva para ver si mi abuelo pudiera estar en Cuelgamuros. Esto va a un banco de ADN, es muy importante para nosotros este paso”.

Además, la nieta del agricultor miembro de la UGT destaca que “es un día muy importante” por haber conseguido este momento de las muestras “con el esfuerzo de muchas personas” y ha agradecido tanto a su familia como a la asociación Afaem su apoyo en todo este tiempo. “Veo difícil lo de mi abuelo pero no imposible. Es un paso más”, incide.

Muestras de saliva guardadas en la nevera 

La batalla de María Carmen Serrano y su marido ha sido tan antigua que ha guardado las muestras de saliva de sus ancestros (su madre y su tío) que ya fallecieron y tras tenerlas siempre en la nevera hoy las ha aportado también en su visita a la Clínica Forense. Incluso le han comunicado que hay posibilidades de que sirvan al “haberlas tomado y guardado con cariño”.

Los dos eran hijos del asesinado y antes de que murieran les cogí las muestras porque son más importantes para sacar el ADN”, relata. “Se las he traído al forense y ha sido muy emocionante ya que las tenía hace tiempo en el frigorífico porque mi madre murió hace siete años y mi tío, hace cuatro”.

Esteban Giménez Ezpeleta, primer fusilado aragonés identificado en el valle de Cuelgamuros, cuando hizo el servicio militar.
Esteban Giménez Ezpeleta, primer fusilado aragonés identificado en el valle de Cuelgamuros, cuando hizo el servicio militar.
Heraldo

Para ella, que se haya identificado ya el primer aragonés en la búsqueda de Cuelgamuros (Esteban Giménez Ezpeleta, nacido en Magallón en 1905 y asesinado en agosto de 1936) es una gran noticia porque su hija Ángeles “ha luchado mucho tiempo por encontrar a su padre” y además “eso abre a los demás porque mi abuelo estuvo con este señor en la comisaría de Borja”, lo que supone “una esperanza” en la búsqueda de encontrarlos.

“Las familias han padecido mucho y siempre nos han dicho que era una herida que debíamos cerrar. Pero la herida es nuestra y en ella mandamos. Creemos que se cerrará cuando acabe este ciclo de localizar a una persona que ha estado en una cuneta o en una fosa común”, defiende. “Esto es injusto porque debería haberse hecho en la Transición, pero nunca ha sido un momento oportuno para los políticos sino que era una carga. Cuantos antes terminemos con esto, antes pasaremos página. Deben entenderlo los de una ideología y otra porque esto es humanidad. No es de derecha ni izquierda. Tienen que estar localizados y enterrados con dignidad”.

Citada para la muestra para tres familiares 

Mientras Pilar Gimeno, presidente de Afaaem, se muestra muy satisfecha del avance del proceso de identificación en el que llevan tres años y este viernes le han citado para tomarle una muestra de ADN para compararla con la del hermano de su madre (Julián Navarro Gil, de 27 años). “Es un día muy importante y me han citado después de todos los trámites con Patrimonio Nacional, Ministerio de Justicia, Secretaría de Estado, Presidencia… tras haber cotejado todos los datos de las víctimas para que nos cojan estas muestras y compararlas con los huesos de quien están analizando”, señala. “Llevo bastante tiempo buscando al hermano de mi madre porque me lo preguntó cuando ella se murió. Me preguntó si lo íbamos a encontrar y eso me quedó en el corazón”.

Pilar Gimeno, presidente de AFFAEM, entre el periodista Ramón Lobo y el juez Joaquín Bochs en Magallón donde se han exhumado 81 victimas para enterrarlos.
Pilar Gimeno, presidente de Afaaem, entre el periodista Ramón Lobo y el juez Joaquín Bochs en Magallón, en una imagen de archivo. 
Heraldo

Para ella, la búsqueda montada por el equipo multidisciplinar que dirige el forense Francisco Etxeberría es una gran oportunidad del hallazgo de los fallecidos de su familia. “Me han tomado muestra por el hermano de mi madre, Julián Navarro Gil, aunque también pueden usarla para el hermano de mi abuela, Conrado Gil Roberto, y su hijo Felipe Gil Gascón”, señala. “Pero además tomaron en Magallón el pasado martes a cuatro personas, que son los familiares más directos del hermano de mi abuela y así tienen más seguridad”.

En esta coyuntura, Pilar Gimeno incide en que el movimiento memorialista democrático y el Ministerio de Política Territorial están empeñados en este proceso de identificación de los restos del valle de Cuelgamuros. "Todas las víctimas son iguales y tienen el mismo derecho para la dignificación y que sea investigado”, defiende. “Creo que se está poniendo mucho ahínco con los del cementerio de Borja los de Afaaem, que llevamos investigando una fosa con 81 fallecidos y no la hemos abandonado, y con esta de los 17 estamos hace tres años. Estamos como una piña en la Junta y así se llegan a conseguir las cosas”.

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