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Instituciones Penitenciarias deniega conceder el tercer grado a la exalcaldesa María Victoria Pinilla
Los siete funcionarios de Junta de Tratamiento de la prisión de Zuera propusieron concedérselo, pero la decisión final es de la Secretaría General.
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha denegado conceder el tercer grado a la exalcaldesa de La Muela, María Victoria Pinilla, para cumplir su condena, a pesar de que los siete integrantes de la Junta de Tratamiento de la prisión de Zuera votaron a favor de esta progresión para la interna.
La exalcaldesa de La Muela lleva más de la tercera parte de su condena cumplida y este suele ser un argumento esgrimido por los abogados defensores para reclamar la salida en libertad provisional, pero en esta ocasión no ha sido aceptado por los responsables penitenciarios de Madrid.
De esta mala noticia la presa todavía no se había enterado este miércoles tras haber regresado a la cárcel la semana pasada, después de haber disfrutado de su primer permiso durante seis días (del 7 al 12 de junio), desde que ingresó el 31 de mayo de 2022 para cumplir su condena. Acudió a su vivienda en la localidad de La Muela, donde los vecinos pudieron verla con su familia y algunos la saludaron.
Fuentes penitenciarias señalaron que el comportamiento de María Victoria Pinilla en el módulo 13, donde hay alrededor de 80 mujeres presas, es “casi modélico” e “intenta suavizar la situación de las internas”. Se ocupa de que todas las celdas tengan almohadones y colchones en condiciones, y por eso tiene un destino como ordenanza, que hace “bastante bien”.
Pero llevar dos años encarcelada y, en total, casi 29 meses cumplidos (hubo cuatro meses antes en prisión provisional) debería haberle servido para conseguir el tercer grado, que le permitiría salir en libertad provisional en los últimos seis meses de prisión. En la decisión de Instituciones Penitenciarias puede haber pesado que solo haya disfrutado de un permiso y aún sea pronto para que pueda “consolidar sus factores positivos un poco más”.
Aun así, esta resolución puede ser recurrida en reposición por el abogado de la exalcaldesa, Enrique Trebolle, ante la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y, si mantienen la decisión de que siga en segundo grado, llevarla después al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria 2, que lleva el magistrado Luis Pablo Mata Lostes. Fuentes jurídicas señalaron que esta resolución no se ha comunicado todavía, pero la filosofía es que se recurrirá.
A primeros de mayo, la Audiencia de Zaragoza aceptó la petición del letrado para sustituir varias de las penas de prisión que le impusieron a María Victoria Pinilla por multas. En esta coyuntura bastaría con el pago de 58.000 euros para conseguir su salida de la prisión.
Los tratamientos médicos que le han realizado le han llevado al hospital Miguel Servet, ya que antes de entrar en la cárcel fue operada de un cáncer en el pecho en la Clínica Universitaria de Navarra y su seguimiento médico no lo han podido hacer dentro de la prisión, después de la jubilación de los dos médicos titulares hace un año y su sustitución con dos temporales (uno con un horario limitado).
Permisos como preparación para la libertad
Aun así, fuentes penitenciarias precisan que lograr la concesión del tercer grado “no es algo inmediato, sino que es un derecho si cumples los requisitos y se estudia esa posibilidad”. “No solo por cumplir un tanto por ciento de la condena supone este cambio de situación sino que depende también de la trayectoria y la evolución”, agregan.
Además, estas fuentes señalan que la decisión de Instituciones Penitenciarias valora la liquidación de la condena y en el caso de la exalcaldesa “las fechas de cumplimiento se han bajado porque ella ha pagado una multa”, pero necesitan que “consolide más" su comportamiento en la prisión. “Los permisos son la preparación de la vida en libertad y solo ha disfrutado de uno”, recalcan.
En cualquier caso, la Junta de Tratamiento de la prisión de Zuera tiene claro que el buen comportamiento de la exalcaldesa en su tiempo encarcelada debería empujarle a la concesión del tercer grado. Aunque no es lo habitual que Instituciones Penitenciaria difiera de la opinión de la cárcel, también ocurre.
“Todos los grados de los internos son propuestos por la Junta de Tratamiento del centro, pero la resolución final compete a Madrid y lo normal es que les hagan caso. Pero en determinados casos depende del equipo en que caiga el informe que les llega de la prisión, que no es vinculante”, precisan las fuentes penitenciarias.
