Llegar a estudiar a Zaragoza desde otros municipios aragoneses: “Tengo muchas ganas de vivir solo”
Cientos de jóvenes de distintos puntos de la comunidad autónoma se preparan para comenzar sus estudios en la Universidad de Zaragoza.
Una vez superada la selectividad, los alumnos de Segundo de Bachiller disfrutan ya de las merecidas vacaciones de verano. Salou, Mallorca y otros destinos con playa se llenan estos días de estudiantes aragoneses que ponen así el broche final a su etapa escolar. Muchos de estos jóvenes viven en municipios alejados de Zaragoza y esta será la primera vez que salgan de sus casas para dar el gran paso de vivir solos en la capital aragonesa.
David Sisó y Héctor Castelló son dos jóvenes de 18 años de Fraga que a partir del mes de septiembre harán las maletas para empezar sus estudios en Universidad de Zaragoza. Ambos han estudiado en el IES Ramón J. Sender del municipio fragatino y tienen muchas ganas de convertirse en universitarios. “Es la primera vez que voy a estudiar fuera de Fraga y tengo muchas ganas de vivir solo”, asegura David, que el próximo curso estudiará Química. A pesar de la distancia y de que muchos jóvenes de Fraga y alrededores optan por continuar sus estudios en Lérida u otras ciudades catalanas, David tenía claro que quería venir a la capital aragonesa: “Mi hermano mayor fue a estudiar a Lérida y no tuvo muy buena experiencia. Me dijo que es como seguir estando en Fraga y mis padres decidieron que lo mejor era venir a Zaragoza”.
El joven ha optado por una residencia universitaria mixta del centro de la ciudad, que le pilla a “10 minutos andando de la Facultad”. “Hace unas semanas fui a las jornadas de puertas abiertas de la Universidad y aproveché para dejar zanjado el tema del alojamiento. Miré tres o cuatro residencias con mis padres y nos decantamos por una que me había recomendado otro chico de Fraga de un año más”, asegura. Para Héctor también será la primera aventura lejos de casa: “Espero conocer a mucha gente nueva y que los estudios me vayan lo mejor posible”. Es hijo único y asegura que su madre está “mucho más nerviosa” que él. “Si fuese por ella, se vendría conmigo, pero los dos son universitarios y entienden que es inevitable salir de casa”, añade.
Héctor estudiará Ingeniería en el CPS del campus del Actur, pero todavía no tiene claro si será mecánica o industrial. “Tenía claro que me iba a decantar por la rama de tecnología y números, y la Universidad de Zaragoza ofrecía varias alternativas de este estilo”, detalla. En cuanto al alojamiento, aunque barajó distintas opciones, se terminó decantando por una residencia cerca del campus: “Había mirado varias por Internet y tuve dudas hasta última hora con una en la que había gente que conocía, pero estaba muy lejos y terminé valorando la cercanía. Ya conoceré a gente allí”.
Ninguno de los dos tiene todavía el carnet de conducir, y aunque esperan “poder tenerlo pronto”, coinciden en que les tocará viajar en tren cada vez que quieran volver a casa. “Me lo estoy sacando, pero de momento tocará coger el tren hasta Lérida. La idea es poder subir a casa lo máximo posible, pero supongo que cuanto más tiempo lleve, menos me apetecerá”, asegura David. Por su parte, Héctor tiene algún que otro conocido en Zaragoza con el que espera poder “subir y bajar en coche”, aunque no descarta tener que viajar alguna vez en tren. Algunos de sus compañeros de clase se han decantado por estudiar en Lérida o incluso Valencia, pero destacan que “muchos tienen Zaragoza como primera opción”.
Celia Berges tiene 18 años y es de Ejea de los Caballeros. Allí ha estudiado en el IES Reyes Católicos y el próximo curso empezará Ingeniería Informática en la Universidad de Zaragoza. “Es la primera vez que voy a salir de casa, pero tengo ganas de que llegue el día”, sostiene. En su caso, la vuelta a casa durará poco más de una hora, por lo que no estará del todo lejos de su familia: “No tengo carnet de conducir, pero supongo que usaré el bus. Es cómodo y prácticamente igual que ir en coche. Lo que no sé es cuánto iré a casa, dependerá de si tengo mucho que estudiar o no”.
Celia también ha optado por una residencia y aunque buscó “primero por Internet” terminó bajando a Zaragoza para ver con sus propios ojos las distintas opciones: “Aunque no era la que más cerca estaba del CPS, las habitaciones están muy bien y con el tranvía llego en 20 minutos”. La joven ejeana asegura que “bastantes compañeros de clase eligen Zaragoza para continuar con los estudios”. Es también el caso de Iván Moliner, que empezará Física en la Universidad de Zaragoza el próximo curso. Tiene 17 años y será la primera vez que viva fuera de casa: “Tengo mucha ilusión por ir a la ciudad y experimentar la etapa universitaria”.
“Hemos estado mirando residencias públicas y echando solicitudes a muchas, ahora estamos a la espera de que nos llamen”, asegura Iván, que considera “fundamental que tenga habitación individual para poder tener mayor intimidad y poder estudiar tranquilo”. Una vez arranque el curso espera “conocer a mucha gente nueva” y “poder disfrutar de la ciudad”. “Los primeros fines de semana supongo que me quedaré por Zaragoza, ya habrá tiempo de volver a casa”, concluye.
El curso académico 2024-2025 de la Universidad de Zaragoza arrancará el próximo 1 de septiembre y se calcula que alrededor de 6.300 estudiantes serán de primera matriculación. De todos ellos, en torno al 30% deberán buscar alojamiento en la ciudad.
