El medio rural aragonés se prepara para los incendios: "En cualquier momento puede sonar el móvil"
Las Agrupaciones de Bomberos Voluntarios juegan un papel fundamental en los pequeños municipios de cara a la actuación frente a los incendios.
Con la llegada del calor, el riesgo de incendios forestales aumenta considerablemente y, aunque la Dirección General de Gestión Forestal del Gobierno de Aragón ha acotado el periodo de peligro del 1 de abril al 15 de octubre, en los meses de verano se concentran la mayor parte de los incidentes. Las capitales de provincia y los grandes municipios de la comunidad cuentan con parques de bomberos, pero los más pequeños se organizan como pueden, gracias a la labor encomiable de sus vecinos. Bien lo sabe Luis Miguel, que desde hace más de 20 años forma parte de la Agrupación de Bomberos Voluntarios de Brea de Aragón.
“Tengo una empresa de limpieza y mantenimiento en Brea y el Ayuntamiento cuenta conmigo para todo desde hace muchos años. Llevo muchísimo tiempo de voluntario y para mí es una forma de devolverle el cariño al pueblo. Si estás para lo bueno, tienes que estar también para lo malo”, asegura Luis Miguel. Actualmente, son ocho los vecinos que conforman esta Agrupación que sirve de primer auxilio para la Comarca del Aranda y sus alrededores. Calatayud y La Almunia, ambos a media hora de distancia de Brea, cuentan con Parque de bomberos, pero son los propios voluntarios los que se acercan al lugar de los hechos para la “primera toma de contacto”.
“Tenemos una furgoneta equipada y un camión autobomba Pegaso, pero es muy antiguo. Cada semana los ponemos en marcha para que estén disponibles y a punto en caso de emergencia. Además, tenemos trajes, cascos, guantes, mangueras y todo tipo de utensilios”, señala. En caso de incendio, el modo de proceder siempre es el mismo: “Nos avisan desde La Almunia o Calatayud de que hay fuego cerca y automáticamente nos coordinamos para poder acudir el máximo de personas posible. Nos acercamos al punto exacto y realizamos una primera valoración. Si se trata de algo pequeño podemos sofocarlo nosotros, pero en el caso contrario, nos coordinamos para dejar todo preparado y listo para cuando lleguen los bomberos”.
Sus competencias son reducidas, por lo que no siempre pueden actuar: “Si se trata de un incendio en el monte van los forestales, mientras que si afecta a una vivienda o nave tenemos prohibido acceder al interior. Nosotros solo actuamos cuando estamos fuera de peligro, pero tratamos de ayudar en todo tipo de situaciones, guiándoles por los montes y senderos, cortando calles y controlando a la gente, o dejando preparadas las mangueras para que puedan actuar nada más llegar, porque los bomberos todavía tienen un rato hasta que llegan”.
Todos ellos reciben formación actualizada y útil para poder actuar en este tipo de situaciones. “Hacemos varios cursos en La Almunia cada año en los que nos enseñan primeros auxilios, a usar mascarillas de oxígeno o a cómo colocar las mangueras de forma correcta”, detalla Luis Miguel, que también ha realizado otros cursos de auxilio en entorno acuático en Ejea de los Caballeros.
Comienza la temporada alta de riesgo de incendios
“Ahora comienza la faena de verdad, entre las pelusillas de los chopos, que arden solo con mirarlas, los pequeños fuegos que se originan en las huertas y los graciosos de turno, que por la comarca tenemos alguno, van a ser meses entretenidos. En cualquier momento te puede sonar el móvil. Ayer mismo tuve que apagar unos rastrojos en Brea”, asegura Luis Miguel.
Hace dos años, los Voluntarios de Brea tuvieron un papel protagonista en el incendio de Moros y en el del Moncayo: “En una situación tan complicada como la que se vivió hace dos veranos en Moros, nos llamaron desde el Parque de Bomberos de Calatayud solicitando nuestra ayuda. Estuvimos toda la noche allí sofocando el fuego”.
Una labor altruista que los vecinos de la zona les reconocen con cariño. “Lo hacemos porque queremos y tratamos de hacer siempre lo que está en nuestras manos. Seguiremos tratando de ayudar a los nuestros que, al fin y al cabo, es de lo que se trata”, concluye.
