Salir de noche en Salou: de los reservados con botellas de 400 euros a las fiestas de selectividad
La ruta de los jóvenes que llena estos días la localidad costera de Tarragona pasa por visitar varias de las salas más de moda.
La llegada de los estudiantes que acuden a celebrar el final de los exámenes de la Evau abre la temporada de marcha nocturna en Salou. Estos días buena parte de los clientes de las zonas de ocio son zaragozanos de entre 17 y 18 años. Para la mayoría son sus primeras vacaciones solos con amigos. Antes de la medianoche, en los balcones de los apartamentos siguen las luces encendidas y se cuela hasta la calle música de 'reggaeton' como entrenamiento para una larga noche. “Los de Zaragoza dais vida a Salou”, asegura Joel Dib, este viernes por la noche, al frente de las relaciones públicas de una de las discotecas más buscadas.
Joel coordina a 60 ‘publicistas’. Trabaja estratégicamente colocado en uno de los cruces que se convierten en epicentro de la vida nocturna, junto a la sala Tropical Salou en la calle Carles Buigas, una de las históricas de la Costa Dorada. Son jóvenes que paran a otros jóvenes contándoles lo que pueden encontrar dentro y ofreciendo descuentos. No puede entretenerse porque coordina el trabajo de su equipo a través de un ‘pinganillo’ y le acaban de avisar que unos clientes piden un reservado con una botella entera de un licor para toda la noche.
Reservados en zonas VIP
"El precio de una botella es relativo, principalmente su valor varía según el número de personas, la zona en la que quieran estar (zona VIP, mesa simple dentro de la sala o terraza) y de la calidad de alcohol", explica. Una de las más solicitadas es el vodka. "Una botella de una marca premium en la zona VIP para cuatro personas suele rondar entre 300 y 400 euros, también el precio puede variar según la disponibilidad de reservados". Pueden permanecer allí toda la noche y no pagan las entradas. Estas varían según los días, si viene algún 'influencer' como atracción cuestan hasta 30 euros.
Los estudiantes se conforman con pasar la noche de fiesta, muchas de ellas con la palabra 'selectividad' de reclamo y suelen comprar las entradas por adelantado, en paquetes turísticos por unos 20 euros, con alguna consumición incluida.
“A los zaragozanos les gusta mucho la fiesta. A los de Bilbao, también. Vienen cuatro días de vacaciones y los cuatro días salen de fiesta”, cuenta Paul Antón, uno de los relaciones públicas y vecino de Salou. “He nacido aquí, también hay gente que vive en Salou”, bromea, para añadir que “todos los años hay dos o tres semanas de junio que todo es gente de Zaragoza”. De hecho, cree que “hay más gente de Zaragoza que de Salou, nos invadís”, dice, con una sonrisa.
El municipio “durante el invierno está muerto, no hay nada”, confiesa. Entonces las discotecas solo abren el fin de semana, pero ahora la actividad es frenética porque esperan lleno noche tras noche. El local tiene también restaurante, que atiende desde las 17.00 y como discoteca empieza a sonar la música de las 23.00 hasta las 6.00 y el sábado hasta las 7.00 del domingo.
Seguridad privada en la puerta y controles
En la calle lo que abundan son grupos de estudiantes en busca de la discoteca elegida. Hacia Flashback, otra de las salas de referencia, se dirigían este viernes los zaragozanos que llegaron con paquetes de alojamiento y entrada porque era la que contaba con oferta ese día. Después de hacer la compra e ir a la playa, la noche esperaba a algunas estudiantes como Lucía López y sus amigas que habían llegado desde Borja por la mañana. Ahora tocaba fiesta y ya habían ampliado el grupo con más chicas. “No son de Zaragoza, pero nos hemos hecho amigas”. Algo casi difícil con la enorme población de visitantes zaragozanos, que se espera ronde los 3.500 jóvenes en las próximas semanas.
La seguridad privada a la entrada del club va dejando pasar a grupos pequeños grupos mientras se forma fila a la entrada y se miran los bolsos con linternas. En el interior les esperan varias salas con poca luz, 'reggaeton' al máximo y ninguna prisa por salir para amortizar la entrada, que les suele incluir una o dos consumiciones.
Este sábado le ha tocado a La Cage y así se van turnando cada día comparando las diferentes salas. Entre los grupos de jóvenes pasan varios más amplios todavía de menor edad, con trajes ellos y vestidos largos de fiesta ellas. “Venimos de una graduación de fin de la ESO en Reus”, cuenta una joven.
Hay quien guarda tan buen recuerdo de su semana de la Evau en Salou que no se cansa de repetir. “Desde que hicimos la Evau todos los años venimos”, aseguran Lorenzo Zozulia, David Cobos y Javier Peña, tres jóvenes del municipio zaragozano de Figueruelas que han venido a pasar el fin de semana y ya se conocen la ruta de bares. En 2019 se presentaron a la antigua selectividad, que aprobaron. Ahora trabajan en el sector de la logística y el de la construcción y vuelven a elegir la localidad tarraconense para un fin de semana libre.
“Falta Pachá, que la cerraron”, echan de menos de la primera vez que vinieron, sobre el final de la histórica sala de la vecina localidad de La Pineda. “Hemos venido todos los años, salvo el del covid que no se pudo”. “La mejor semana de mi vida”, dice uno, a lo que asienten los demás. Entablan conversación con un grupo de jóvenes de Castellón con las que se han cruzado en la acera, pero después de unas risas, cada uno sigue por su lado.
A la hora del cierre de las discotecas, ya casi de día, suele ser el momento en el que puede haber algún problema, según la experiencia del personal de seguridad, pero las zonas cuentan con la vigilancia privada y la presencia de la Policía Local para poner remedio. Algunos despistados se van a casa con una multa por beber en la vía pública, que se considera una infracción grave, aunque es raro ver grupos haciendo botellón. Un promotor de uno de los pubs en la zona de lo que fueron los ‘slammers’ se queja de que aumenta la basura en la calle estas semanas de mayor afluencia de estudiantes. Otro discrepa: “Los zaragozanos no son muy problemáticos". Así, asegura que ”no la lían mucho, aunque a veces hay algunos que son muy jóvenes y no están acostumbrados a beber...".
"No es turismo de borrachera", dice Gastón Hernández, taxista, aunque el alcohol forme parte de las celebraciones. Las despedidas de soltero de poblaciones cercanas o de comunidades vecinas son otro de los focos de potenciales excesos junto al turismo extranjero, aunque no tenga que ver con el que atraían citas como la Salou Fest prohibida hace unos años. La celebración de San Juan, la víspera del 24 de junio, se producirá el arranque oficial del verano en Salou.
