Casi el 20% de los aragoneses llegan a la Evau con sobresaliente, pero en la prueba solo lo logra un 3,6%
Más de 6.800 jóvenes se examinan desde este martes en la Universidad de Zaragoza. El modelo cambiará el próximo año, mientras las comunidades del PP alcanzan un acuerdo con el que quieren unificar criterios.
Solo quedan unas horas para que más de 6.800 jóvenes comiencen la Evaluación de Acceso a la Universidad (Evau) en Aragón, unas jornadas marcadas por los nervios y el deseo de todos los estudiantes -y sus familias- de poder conseguir la mejor nota posible para asegurarse plaza en la carrera deseada. Una cuestión que no es baladí y que conlleva, según los datos publicados anualmente por el Ministerio de Ciencia, Investigación y Universidades, que la diferencia entre el porcentaje de sobresalientes que se pone en el instituto y el que posteriormente se consigue en la prueba llegue a dividirse entre 5.
De este modo, un 19,39% de los alumnos que se presentaron a las convocatorias de 2023 -tanto ordinaria como extraordinaria- lo hicieron tras obtener una media de sobresaliente en bachillerato, es decir, su calificación oscilaba entre el 9 y el 10. Hasta un 43,01% tenían más de un 8 y el porcentaje de estudiantes por encima del 7 suponía casi el 70%. Solo un exiguo 4,74% contaba con una calificación entre el 5 y el 6.
Sin embargo, estas cifras nada tienen que ver con los resultados que obtienen luego estos jóvenes en la prueba. En la fase general, el porcentaje de sobresalientes se reduce al 3,66% de los presentados y es al tenerse en cuenta el espectro de calificaciones superiores al 8 cuando se alcanza un 20,37%. Llama la atención también que casi un 10% cuente con una nota por debajo del 5. Cierta benevolencia en la corrección por parte de los institutos, los nervios por lo que se juegan, el hecho de hacer el examen en un sitio nuevo y desconocido o el modelo de este podrían explicar estas notables diferencias, que van a más en función de la titularidad de la escuela.
Frente al 15,32% de los alumnos de la pública que tuvieron un sobresaliente en bachillerato, en la privada se roza el 40% y en la concertada supone el casi 27%. En el caso de la media de los ejercicios de la Evau, el porcentaje de estudiantes de la red pública que obtienen entre un 9 y un 10 desciende a un 3,35%, mientras que se sitúa en el 8,21% en la privada y el 3,94% en la concertada.
Todo ello se traduce en que la nota media del bachillerato y la de las pruebas de la Evau difiera en alrededor de un punto, y prácticamente se compensa en la calificación de acceso, donde la primera supone el 60% y la segunda, un 40%. Según estos datos, la nota media de bachillerato -teniendo en cuenta tanto la convocatoria ordinaria como la extraordinaria- es de 7,77 frente al 6,81 que se obtiene en los ejercicios de la Evau.
Los alumnos de los institutos públicos salen con un 7,62 de media y después sacan un 6,75 en la Evau; mientras que en los colegios privados se pasa de un 8,50 a un 7,49. En la concertada la reducción es algo mayor: de un 8,04 de media en el bachillerato a un 6,90 en los exámenes para acceder a la universidad.
Cambio de modelo
Esta tendencia a inflar las notas se percibe prácticamente en todas las comunidades, aunque hay diferencias entre ellas, siendo Cantabria en la que menores disparidades se detectan. No obstante, se debe de tener en cuenta que cada autonomía cuenta con un modelo de examen, tipo de preguntas y criterios de corrección diferentes, lo que dificulta e incluso hace imposible las comparaciones.
De hecho, este es el argumento esgrimido por las comunidades gobernadas por el PP -entre ellas Aragón- para impulsar una Evau única en todo el territorio. Según anunció en Zaragoza este fin de semana el presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, ya se ha alcanzado un acuerdo entre todas ellas, que se dará a conocer y se firmará después de las elecciones europeas del próximo domingo. Invitó también a las "pocas" comunidades socialistas a sumarse.
Su alcance y calado todavía se desconocen, puesto que para empezar sería necesario un currículo común en bachillerato -el Ministerio de Educación establece una parte y la otra la determinan las comunidades-. Además, estos cambios podrían entrar en conflicto con la autonomía universitaria. De hecho, tanto la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fapar) como la Universidad de Zaragoza ya han alertado de las dificultades para llevarlo a cabo.
La realidad, no obstante, es que la de estos días será la última Evau con el modelo actual. El próximo, tras una moratoria de un año, se cambiará a consecuencia de la ley educativa (Lomloe) y contará con un planteamiento más competencial. De momento, en la actual ya se han incluido más de una decena de nuevas materias, que surgen precisamente por el cambio de normativa, y se harán, por primera vez en la Universidad de Zaragoza, audiciones en las asignaturas musicales.
