Por
  • M.ª Pilar Benítez Marco

‘Nü shu’

‘Nü shu’
‘Nü shu’
Pixabay

Caminar marzo entre el Día Internacional de la Mujer y el Día Mundial de la Poesía es trazar a veces puentes de palabras que los unen. Pienso, por ejemplo, en el ‘nü shu’, un sistema de escritura creado y empleado únicamente por las mujeres de la provincia de Huan, en China, para redactar cartas, intercambiar mensajes, transcribir textos de tradición oral y también para componer poemas. 

Aunque se desconoce el momento exacto en el que nació, surgió de la necesidad que tenían aquellas mujeres de expresar y transmitir sus sentimientos y vivencias en el seno de la antigua sociedad china que, como otras, no les permitía acceder a la educación, las recluía en el ámbito doméstico y las obligaba al silencio y al sometimiento a la familia y a la autoridad masculina. Este sistema de comunicación que enseñaban unas mujeres a otras y que se escribía sobre un papel o un abanico, o se bordaba sobre un pañuelo o una prenda de vestir fue un intento de crear una cultura escrita propia, un breve espacio de libertad, un estado de serenidad emocional para afrontar la vida de sumisión, un lugar donde construir su identidad femenina.

La literatura puede ayudar a caminar por esta escritura. Así, algunos poemas de Federico García Lorca, quien aludió en sus composiciones a China, se tradujeron y escribieron en ‘nü shu’ en una exposición en la Universidad de Granada. Por su parte, Lisa Lee tejió su conmovedora novela ‘El abanico de seda’ recordando la historia de aquellas mujeres chinas que también trazaron puentes de palabras entre la dificultad de sus vidas y la belleza de sus creaciones en ‘nü shu’.

M.ª Pilar Benítez Marco es profesora y escritora

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