¿En qué consisten las Carreras Verticales?

Lo mejor del Circuito Nacional de Carreras Verticales hace parada en Zaragoza. La emblemática Torre del Agua de la capital aragonesa albergará un intento de récord Guinness de la modalidad, que consiste en escalar edificios por sus escaleras internas. 

La disciplina nació en 1978, cuando tuvo lugar por primera vez la subida cronometrada al mítico Empire State de Nueva York, prueba que ascendió un total de 1.576 escalones hasta llegar al piso 86 de este emblemático edificio.

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Más de 40 años después de aquella primera carrera, el ‘tower running’, como también es conocida esta modalidad deportiva, sigue despertando pasiones entre los atletas, que deben prepararse para un tipo de ejercicio muy particular, con un movimiento que genera levantar la pierna 20 centímetros más de lo normal, haciendo que la musculatura trabaje de forma distinta: los cuádriceps e isquiotibiales son los protagonistas, con la implicación de los glúteos y flexores de la cadera.

Hoy en día, las competiciones de carrera vertical son diferentes y tienen lugar en muchos de los rascacielos más altos del mundo, incluyendo el Taipei 101 (Taipei), la Torre Menara (Kuala Lumpur), la Torre Willis (Chicago) o el Empire State Building en Nueva York. Las carreras tienen lugar en forma de cronómetro o de salida masiva y atraen a atletas de élite de varios deportes, a menudo con sumas de dinero disponibles.

Los mejores ‘tower runners’ del mundo compiten cada año en el Circuito Mundial Vertical, un circuito de carreras que cuenta con un alto nivel de competidores de diferentes orígenes deportivos internacionales. La Tower running World Association (TWA) permite a los mejores corredores verticales de todo el mundo inscribirse y ganar puntos para la clasificación final.

Aragón cuenta con un destacado talento en esta disciplina. El bombero David Robles Tapia es una figura internacional en el arte de subir edificios a toda velocidad. Un consumado especialista que se ha codeado con las principales estrellas en la materia, y que en 2019 ya alcanzó un récord Guinness. 

Consistía en subir de manera ininterrumpida las escaleras del edificio durante una hora y batir la marca de 1.102,49 metros que poseía anteriormente el toledano Cristian López.