atletismo

De marcha con los hijos: la historia de Macarena

Macarena Uriol ganó la categoría de veteranas del Nacional disputado en Zaragoza. Es la madre de Álvaro Martín, que no pudo revalidar su título de campeón de España, y de Macarena Martín, también atleta. 

Macarena Uriol, el pasado domingo, marchando en Zaragoza.
Macarena Uriol, el pasado domingo, marchando en Zaragoza.
José Miguel Marco

El Nacional de marcha en ruta, celebrado este pasado domingo en Zaragoza, dejó numerosas marcas olímpicas y una historia preciosa: la protagonizada por la familia Martín Uriol, pues se dio la circunstancia de que una madre coincidiera con sus dos hijos sobre el asfalto de la avenida Pirineos y, además, ganase la categoría de veteranos F60.

Ella es Macarena Uriol, nacida en 1960 en Llerena (Extremadura). Sus descendientes son Álvaro y Macarena Martín, más que reconocidos en el mundo del atletismo, puesto que estamos hablando de un doble campeón del mundo, del mayor talento nacional con permiso de los jóvenes que llegan pisando fuerte, y de una ‘top 20’ del panorama femenino.

Álvaro no pudo revalidar el título de campeón de España: cedió su corona ante el empuje de Paul McGrath, un portento sub-23. Su hermana Macarena entró en el puesto 38 en su regreso a la competición, parando el crono en 1:59:09.

Así, curiosamente, la otra Macarena -la madre- fue la gran vencedora del clan. La única que se colgó la medalla de oro. Un trofeo que ya luce en casa. En tierras pacenses, allá donde los tres se iniciaron en la actividad deportiva.

Los tiempos muertos de espera, entre los entrenamientos de sus retoños, la llevaron a probar en el club de Almendralejo. Primero fue en el cross, pero pronto se dio cuenta de que se ahogaba, que la marcha se adaptaba mejor a sus condiciones. Y ahí lleva ya más de diez temporadas…

«Me picó el gusanillo viéndoles y quise empezar», explica esta veterinaria que está a punto de jubilarse y de tener más tiempo para el deporte. «Me preparo tres o cuatro veces a la semana en el club Capex, con Ángel Rama. Disfruto mucho», completa, antes de destacar el potencial de su hijo Álvaro.

«Nació para esto», resume, sobre un atleta que también se inició por casualidad. Destacaba en las carreras de fondo, pero una lesión de rodilla le obligó a parar y fue entonces cuando se fijó en la marcha. Decisión que, a la larga, fue fantástica para él y también para el deporte español, que sumó a uno de los mejores marchadores de los últimos tiempos.

A medio gas

A Zaragoza no acudió en su mejor estado de forma. Con el billete a París asegurado, este Campeonato de España era algo secundario para él. Y, aun con todo, aun llegando «al 60% de su nivel», fue capaz de pelearle la victoria al referido Paul McGrath, que voló en la capital aragonesa.

«Al no jugarme nada, vine falto de preparación. Las sensaciones fueron incluso más positivas de lo que esperaba, porque los tiempos que se marcaron fueron bastante rápidos», comenta Álvaro, orgulloso de haber compartido prueba con ‘las Macarenas’ y, en cierto modo, con su padre Rafael.

Él se encargaba del avituallamiento de los tres. Casi nada. Menudo ajetreo, yendo de acá para allá a ofrecerles provisiones a los suyos. Y menuda alegría, ver a su mujer conquistando un nuevo título. Otro para las vitrinas de los Martín Uriol, que empiezan a quedarse sin hueco...

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