Este es el número de personas que murieron el año pasado en Aragón por el calor
El Gobierno autonómico activa el próximo 15 de mayo el plan de prevención de extremas temperaturas que cuenta como novedad con nueve zonas isoclimáticas.
Entre el 1 de junio y el 15 de septiembre del año pasado en Aragón murieron 4.045 personas y de este número de fallecimientos 147 son atribuibles a las altas temperaturas. De ellos, seis ya se ha confirmado desde el Salud que fueron golpes de calor, que se producen cuando el cuerpo alcanza los 40 grados como consecuencia de la exposición prolongada o de esfuerzo físico durante estos episodios. Ocurrieron sobre todo en la semana 34, con 66 defunciones, y en la semana 35, con 27, correspondientes a finales de agosto. Entre estos decesos, solo hay dos personas menores de 65 años y el 77,5% tenían más de 85.
La directora general de Salud Pública del Ejecutivo autonómico, Nuria Gayán, ha dado a conocer estos datos que recoge la estadística de Monitorización de la mortalidad diaria (Momo) del Instituto de Salud Carlos III y que se ha depurado, durante la presentación este jueves del plan de actuaciones preventivas por extremas temperaturas de este año. Se activa a partir del próximo 15 de mayo, al igual que en 2023, y se prolonga hasta el 30 de septiembre, aunque extraoficialmente desde el Salud se viene haciendo un seguimiento desde el pasado día 6.
Esta iniciativa cuenta con una novedad metodológica que va a permitir que las alertas que se lanzan desde el Salud cuando se prevé que los termómetros superen durante tres días consecutivos la temperatura máxima establecida a partir de la cual se considera que hay un riesgo para la población, y la mortalidad aumenta estadísticamente de forma significativa, sean más "exactas" y "precisas", ha anunciado Gayán.
Hasta ahora se venía trabajando con la zonificación por provincias, un sistema que se ha sustituido por nueve zonas isoclimáticas que cuentan cada una con un umbral de grados máximos. Estas son la ribera del Ebro de Zaragoza, que arroja el tope fijado en la Comunidad, 37 grados; seguida por sur de Huesca (36,4 grados), Ibérica zaragozana (36,2 grados), Bajo Aragón de Teruel (35,7), Cinco Villas de Zaragoza (35,5), Albarracín y Jiloca (32,8), centro de Huesca (33,2), Gúdar y Maestrazgo (31,2) y Pirineo oscense (29,8).
"Aragón es un territorio muy extenso y la situación de cada provincia es muy distinta en su propia área como podemos ver en el Pirineo respecto a la capital oscense o en el Bajo Aragón respecto a Teruel", ha señalado Gayán como ejemplos. Este año la nueva zonificación se combina con la de por capitales y se mantienen las temperaturas máximas de 38 grados para Zaragoza, 36,7 para Teruel y 34,5 para Huesca.
Las alertas por regiones iscoclimáticas comenzarán el 3 de junio a la vez en todo el país y se ha pospuesto hasta esa fecha para disponer de un sistema unificado de comunicación. Estas zonas están predefinidas por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y consisten en áreas territoriales uniformes en cuanto a patrones diarios de temperatura. En el verano pasado, el Ministerio de Sanidad notificó a Aragón 111 alertas previstas y hubo 66 observadas.
Estas alarmas se dan a conocer a todas las instituciones que puedan ayudar a prevenir efectos nocivos en los más vulnerables. Por ello, se avisa a residencias de ancianos, a centros sanitarios, servicios sociales, pero también a los servicios de prevención de riesgos labores de las empresas. Desde la dirección general de Función Pública también se ha elaborado un plan de prevención por altas temperaturas para el personal del Gobierno de Aragón, que en próximas fechas se publicará en el Boletín Oficial de Aragón (BOA).
Gayán ha señalado que con las medidas preventivas se podrían haber evitado o "retrasado" los 147 fallecimientos que el año pasado se relacionaron con las altas temperaturas. "El calor adelanta la muerte de las personas más mayores", ha dicho. Se trata, junto a los niños menores de 5 años, de un colectivo especialmente vulnerable tanto por la descompensación de enfermedades de base o crónicas (cardiovasculares, respiratorias, neurológicas o renales) como por los cambios físicos que conlleva la edad.
Por otra parte, desde Aragón ya se ha solicitado al Ministerio de Sanidad de cara a próximas campañas que se amplíe el periodo de vigilancia durante todo el año y se unifiquen el del frío y el calor, ya que cada vez son más frecuentes los episodios extraordinarios en un sentido o en otro fuera de las fechas habituales. De momento, la idea es prolongar la duración de los actuales por separado. De hecho, este 2024 se planteó activar el del calor ya en abril, pero no fue posible porque se estaban ultimando los cambios metodológicos. Gayán ha señalado que el Ministerio se ha mostrado receptivo a esta propuesta, aunque no se ha dado todavía ningún paso para su implantación en una fecha concreta.
