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Las familias de las escuelas infantiles de la DGA desplazadas en colegios: "Si hace mucho calor, se van a cocer"

Para estos niños de hasta tres años el curso termina a finales de julio, sin embargo, en los espacios actuales no cuentan con climatización. Desde Educación estudian alternativas para paliarlo.

Entrada a la escuela infantil de la Inmaculada Concepción de Zaragoza.
Entrada a la escuela infantil de la Inmaculada Concepción de Zaragoza.
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El incremento de temperaturas que registrará la comunidad aragonesa a partir de este miércoles preocupa a las familias de la mayoría de las escuelas infantiles dependientes del Gobierno de Aragón, que se encuentran desplazadas en colegios mientras duran las obras de adecuación de sus espacios de origen. En la capital se rozarán los 30 grados y, en estas instalaciones, los niños, que tienen menos de 3 años, no cuentan con equipos de climatización como sí que los hay en las escuelas infantiles. 

"La idea era que si en mayo venía una ola de calor, la guardería ya estaría reformada, pero no es así. En este colegio no hay aire acondicionado", lamenta Pilar Gascón, que lleva a su hijo a la de Inmaculada Concepción. Y la previsión es que, según pasen las semanas, las temperaturas vayan poco a poco incrementándose con la cercanía del verano. "Mi hijo va a venir hasta julio. Yo lo recojo por la tarde y si hace mucho calor, no sé ni cómo lo van a hacer. Se van a cocer", señala preocupada esta madre. 

Pese a que la pretensión inicial era que estos niños pudieran volver durante el actual curso académico a las nuevas escuelas infantiles, los retrasos que ha habido a lo largo del proceso de licitación e inicio de obras han provocado que ahora se plantee que el regreso se lleve a cabo en septiembre. Este cambio significa que los menores estarán hasta finales de julio en las aulas, un mes más de lo que están el resto de etapas educativas, que acaban en junio las clases. 

Gascón recuerda que cuando tuvo lugar el año pasado el periodo de inscripción, les dijeron que dejarían las aulas del colegio Antonio Beltrán Martínez durante el primer trimestre. "Ves que eso se va alargando. Yo prefería al principio que terminaran el curso aquí para evitar cambios, pero luego piensas en el verano y cambias de opinión", incide, al tiempo que resalta que el equipo docente "ha hecho de todo para que los pequeños estén bien". 

Adrián Trasobares y Alberto López, padres de sendos matriculados en este centro, señalan que aunque "están bien" en el colegio actual, prefieren que se haga el traslado "lo antes posible". También apuesta por ello Lucía Valero, cuya hija acude al aula de 2 años. "Durante todo el curso no me ha importado demasiado que fueran pasando los meses y no tuviéramos novedades de la fecha de apertura", reconoce. Con la llegada del calor, le preocupa que las instalaciones "no reúnan las condiciones climáticas apropiadas" y que ello conlleve que no puedan llevar a los niños hasta el 25 de julio, que es cuando finaliza su curso. Estas familias, además, sostienen que la obra ya está acabada y lamentan no poder hacer uso ya de las instalaciones. 

Prácticamente los mismos sentimientos se replican entre las familias de otras escuelas infantiles como las Aragón o Santa María del Pilar, cuyos hijos se encuentran los colegios Ramón Sainz de Varanda y Calixto Ariño, respectivamente. Fuentes de la consejería que dirige Claudia Pérez Forniés aseguran que se están valorando opciones para paliar el incremento de las temperaturas, entre ellas, la colocación de aires acondicionados en los centros afectados. Y recuerdan que después de terminar las obras es necesario equipar todos los espacios. 

Asimismo, señalan que con los fondos Feder se están destinando recursos para mejorar la eficiencia energética y la protección frente a las altas temperaturas. Para este año está previsto que se destinen 1,8 millones a 55 actuaciones, mientras que además se está impulsando la utilización del patio como extensión del aula, incorporando elementos de vegetación, arbolado y porches. 

Cúmulo de retrasos

La escuela de Santa María del Pilar, de Zaragoza, fue la última en comenzar las obras. Lo hizo la semana pasada, según señaló el secretario general técnico del Departamento de Educación, Manuel Magdaleno, en una intervención en las Cortes de Aragón. Las licitaciones comenzaron hace un año, siendo precisamente las de Zaragoza y la de Ejea de los Caballeros las últimas que se hicieron. Fue en verano de 2023 y se sacaron por valor de 5,7 millones de euros

Sin embargo, debido a problemas administrativos, hasta la primavera de este año no comenzaron las correspondientes obras. El propio Magdaleno señaló en la comisión de Educación que había algunos proyectos que "no estaban bien hechos" y también se refirió a la marcha de la persona que se encargaba de los fondos estructurales dependientes de Europa, como es este caso. 

Primer paso para la segunda fase de primaria del colegio Ana María Navales de Zaragoza

Dentro del plan de infraestructuras planteado, se comienzan a dar los primeros pasos en la segunda fase del edificio de primaria del colegio Ana María Navales de Zaragoza. Con la primera todavía pendiente de retomar las obras, el Departamento de Educación ha publicado la licitación de la redacción de la modificación del proyecto básico y la del proyecto de ejecución en "aras de solventar las deficiencias de espacios existentes". Lo ha hecho por un valor de 55.391,85 euros con IVA incluido. 

En el informe de necesidades se detalla que en el presente curso cuenta ya con tres grupos de 1º de primaria, por lo que en el curso 2025-2026 "será necesario concluir" este edificio para la escolarización en el año siguiente de los alumnos hasta 4º de primaria. La previsión, según apuntó recientemente la consejera en un pleno, es que el proyecto esté redactado antes de que finalice el año y se pueda licitar la obra, por valor de 2,17 millones, en los primeros meses de 2025. 

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