La ruta a una sorprendente ermita de Huesca incrustada en una cueva del Pirineo de Aragón
Esta excursión nos introduce en una de las mayores gargantas de los Pirineos, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, para descubrir este templo religioso enclavado en un espectacular paisaje.
Uno de los espacios más conocidos y turísticos de Aragón es el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Con infinidad de rutas de senderismo con diferentes dificultades para recorrer sus valles y bosques, esta zona del Pirineo aragonés es todo un tesoro de la naturaleza ideal para descubrir en familia. Eso sí, no solo esconde cascadas y saltos de agua que dejan a todo el mundo con la boca abierta, sino también ermitas y templos o incluso curiosas formaciones que son todo un espectáculo natural de lo más sorprendente.
Hoy exploramos un paraje mediante una de las excursiones más fáciles y populares del Cañón de Añisclo, una de las mayores gargantas del Pirineo aragonés.
La ermita de San Úrbez, un templo enclavado en la roca en el Pirineo aragonés
Perteneciente al municipio de Fanlo, la ermita de San Úrbez es uno de los lugares de romería más característicos de los Pirineos. Los lugareños y visitantes salen en procesión todos los años durante el martes de Pentecostés, el 1 de mayo, el 14 de septiembre y el 15 de diciembre, para pedir lluvia.
Este recóndito lugar de la comarca del Sobrarbe, antaño casi inaccesible, guarda la memoria de uno de los primeros pobladores que habitaron el Valle de Vió. Aunque no se sabe mucho sobre San Úrbez o Urbicio, se cree que nació en Burdeos sobre el año 702 y que se retiró en los Pirineos.
Además, su historia, a caballo entre la leyenda y la realidad, nos dice que puede ser que viviera en una cueva del Cañón de Añisclo, donde se ubica esta ermita en su honor.
Pero también en Albella y la Guarguera, donde trabajó como pastor, y en el Monasterio de San Martín de Val d'Onsera, donde se ordenó sacerdote. Sus últimos años los pasó retirado en otra cueva, la de Arial, en las cercanías de Nocito, hasta morir a los 100 años.
Una ruta a la ermita de San Úrbez, la más sencilla del Cañón de Añisclo
Esta sencilla excursión por el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es de alrededor de 45 minutos de duración y apta para hacer en familia. Partimos desde Escalona y tomamos un desvío a la izquierda dirección al Cañón de Añisclo para continuar por la carretera de este valle hasta llegar a la zona de aparcamiento del Cañón de Añisclo.
Comenzamos nuestro breve y sencillo itinerario circular por la senda que se adentra en la vegetación y conduce hasta un desvío hacia el Molino de Aso, actualmente en ruinas, al que nos podemos acercar.
Regreso al sendero principal hasta alcanzar las bonitas cascadas del río Aso y para cruzar el puente sobre el río. La ruta continúa a través de varios miradores sobre el Cañón de Añisclo hasta que empieza a descender hasta el río Bellos.
Lo cruzamos por un puente de madera para ascender hasta enlazar con el sendero GR-15, a los pies de la Ermita de San Úrbez. Ubicada a los pies de una gran roca, está encastrada en la imponente pared rocosa. Se trata de una 'balma', una construcción donde se aprovecha la techumbre natural de la oquedad sobre la que se asienta.
Una vez hemos disfrutado de este paraje, se continúa por el sendero GR-11 en dirección hacia la carretera hasta llegar al espectacular puente medieval de San Úrbez, que cruza el río Bellos a una altura de vértigo. Tan solo hay que cruzarlo y alcanzaremos la carretera, por donde se asciende hasta el aparcamiento.
Cómo llegar a Escalona, en Huesca
Para llegar a Escalona desde Huesca hay que tomar la A-23 y la N-260 en un trayecto de una hora y media en coche. Mientras que para llegar desde Zaragoza son dos horas y 10 minutos por la misma vía.
