El pueblo pequeño de Teruel con 151 habitantes y un mirador para ver las estrellas
Este encantador municipio de la comarca del Jiloca con magníficas vistas panorámicas del valle en el que se enclava, rodeado de diferentes campos de cultivo que hacen de su entorno un colorido paisaje.
En Aragón, la cantidad de pueblos tan encantadores y pintorescos como pequeños es enorme. Sus escasos habitantes los convierten en auténticos remansos de paz y tranquilidad que invitan a una escapada de la rutina, y sus alrededores regalan muchas opciones para explorar la naturaleza e, incluso, ver las estrellas. La provincia de Teruel se caracteriza, entre muchas otras cosas, por sus cielos estrellados. Muchos de sus entornos naturales cuentan con menor contaminación lumínica que otras zonas de la comunidad, lo que los hace ideales para los amantes de la fotografía y los paisajes nocturnos en España.
En la comarca del Jiloca se esconde un pueblecito de menos de 200 habitantes que cuenta con muchos intereses turísticos, así como invita al viajero a disfrutar de la paz que se respira en sus calles y su entorno.
Qué ver en Bañón, un pueblo de Teruel donde desconectar en un bonito valle
Situado en el denominado interfluvio entre los ríos Pancrudo y Jiloca, a una altitud de 1.141 metros, nos recibe a la llegada al encantador pueblo de Bañón un paisaje lleno de terrazas cultivadas que cambian de color en función de la época del año.
Es de visita obligada la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista, de construcción barroca, que alberga en su interior interesantes tesoros como el retablo mayor, un órgano declarado Bien de Interés Cultural y la denominada capilla de los Lagunilla.
Además, desde este monumento la naturaleza nos regala unas magníficas panorámicas del Valle del Jiloca y de sus paisajes que impregna al visitante de un sentimiento de paz que no deja indiferente a nadie.
Callejeando por la localidad de Bañón encontramos numerosos ejemplos de construcciones tradicionales. Entre ellas destacan los restos conservados de la Ermita de Santiago y la Capilla del Santo Cristo, decorado interiormente por la reconocida pintora local Quinita Fogué, de reconocido prestigio en la zona.
En el casco urbano del pueblo también descubrimos varios peirones: el de San Valero, el de San Joaquín, el de la Virgen del Pilar... Todos ubicados en lugares elevados como puntos de referencia dentro del callejero.
Así como también encontramos estas construcciones en los cuatro puntos cardinales que enmarcan al pueblo, más alejados del núcleo urbano: el de San Pedro Mártir, San Juan, San Antonio y el de las Almas.
Además, a la entrada del pueblo se encuentra el mejor ejemplo de conjunto hidráulico de los existentes en el Jiloca, con su fuente en forma de templete clásico, desde el que pasa el agua al abrevadero y tras este a un antiguo lavadero.
Hablamos de la Fuente de Arriba, de estilo renacentista de mediados del siglo XVI, que está declarada como Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés.
Pero, sin duda, uno de los principales atractivos de Bañón es el Mirador Astronómico del Cerro de la Iglesia, que se encuentra en el espacio conocido como Mirador de Bañón o Mirador del Jiloca, en el ya mencionado cerro de la Iglesia.
Se trata de un punto de observación astronómica con bancos hitos que marcan los cuatro puntos cardinales y paneles informativos ideales para disfrutar del cielo nocturno y encontrar constelaciones. Forman parte de la Red de Miradores Cielo y Tierra de la comarca del Jiloca.
Dónde comer en Bañón
Una buena opción para comer en este pequeño pueblo turolense es el Bar El Trinquete, que se sitúa en la Plaza del Ayuntamiento, 6, de Bañón y abre todos los días de 13.00 a 4.00.
Cómo llegar a Bañón, en Teruel
Para llegar a Bañón desde Teruel hay que tomar la A-23 en un trayecto de unos 50 minutos en coche. Por otro lado, para llegar desde Zaragoza se tarda una hora y cuarto en coche por la misma vía.
