La ciudad más infravalorada de España está en Aragón
Según la prestigiosa revista de viajes 'National Geographic', la urbe más romántica y capital mudéjar de la comunidad aragonesa es un tesoro por descubrir que merece más reconocimiento.
Una de las corrientes artísticas y arquitectónicas más representativas en Aragón es, sin duda, el mudéjar. Su esplendor artístico casi parece que opaca el legado de otros movimientos de la Edad Moderna. Y Teruel es la capital incluso a nivel mundial en cuanto a ciudades con arte mudéjar, pero no es su única característica llamativa. Esta urbe también es la del amor y los dinosaurios, ya que la trágica historia de los enamorados Isabel de Segura y Diego de Marcilla congrega todos los meses de febrero a miles de visitantes de toda España que acuden a ver la recreación de la Leyenda de los Amantes. Por si fuera poco, aquí se encuentra también el parque temático por excelencia de la provincia turolense: Dinópolis.
A pesar de sus diversos atractivos a nivel turístico, son muchos los que piensan que la capital mudéjar merece más reconocimiento del que tiene. Por ello, desde 'National Geographic' han querido poner en valor el rico patrimonio de Teruel, el destino ideal para hacer una escapada de fin de semana.
Qué ver en Teruel, la capital del mudéjar, el amor y los dinosaurios
En tu visita a la capital turolense, un destino perfecto para disfrutar de todos sus rincones y matices en una escapada 'slow', hay muchos lugares que no puedes perderte. Entre sus imprescindibles se encuentra uno de sus icónicos monumentos: El Torico. Este emblema de la localidad es una pequeña escultura que corona la fuente central de la plaza Carlos Castel, conocida popularmente como la del Torico.
Para conocer la principal representación del arte mudéjar de la ciudad de Teruel y de Aragón tenemos que acercarnos a la Catedral de Santa María de Mediavilla, antiguamente parroquia. Está considerada como Bien de Interés Cultural y declarada Monumento Histórico artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional.
La torre de la iglesia del Salvador de Teruel, erigida durante el esplendor del reino de Aragón en el siglo XIV, es también una edificación del mudéjar aragonés de España catalogada como Patrimonio de la Humanidad.
Otro de los emblemáticos elementos de la capital turolense es la Escalinata y es una parada imperdible si visitas la ciudad. Con más de un siglo de historia, esta obra de estilo neo-mudéjar esconde preciosos detalles realizados con cerámicas de colores verdes y blancos y ladrillos rojos.
También es conocida como la Escalinata de la Estación, del Óvalo o de Torán y está declarada Bien de Interés Cultural. Su combinación de arquitectura mudéjar y estilo modernista, dos de los movimientos artísticos más importantes de Teruel, refleja a la perfección el aspecto actual de la ciudad.
Por supuesto, es de obligada visita una de las obras de ingeniería más relevantes del Renacimiento español. Hablamos del Acueducto de los Arcos o Traída de las Aguas de Teruel, obra del arquitecto francés Quinto Pierres Vedel cuya red parte de una surgencia natural a 4,4 kilómetros de la ciudad y discurre por una tubería de caños de cerámica y 140 arquetas.
Salvando los desniveles del terreno con arcos y tramos subterráneos, llega a la brecha que separa el casco histórico del actual barrio del Carrel. Y junto a los Arcos se puede ver la torre con decoración mudéjar de la iglesia de la Merced. Además, cruzando el puente se llega al pequeño acueducto del Arquillo, otra pieza de la traída de aguas.
Un elemento también indisoluble de la silueta del Teruel es su viaducto, con sus cinco grandes arcos, y unida a él, la plaza del Óvalo. Tampoco hay que perderse la ermita de la Virgen del Carmen, el convento de los Franciscanos o el Museo de Teruel, antigua Casa Comunidad de época renacentista, construido con un acusado estilo manierista y en el que pueden verse interesantes colecciones de arqueología y etnología.
Pero si hay algo significativo en la ciudad son sus amantes. Todo aquel que visita la capital española del amor no puede irse sin ver el mausoleo de los Amantes de Teruel, uno de los monumentos funerarios más famosos de nuestro país. En él yacen las momias de Juan de Marcilla e Isabel de Segura, dos jóvenes que vivieron en el Teruel del siglo XIII y que protagonizaron una historia de amor digna de leyenda.
Además, los interesados en fósiles y yacimientos paleontológicos tienen una cita en Dinópolis, considerado el mayor parque paleontológico de Europa, una actividad cultural ideal para hacer con niños donde pequeños y mayores se convierten en verdaderos aventureros. Aquí se puede disfrutar de un recorrido de 4.500 millones de años en el que descubrir cómo surgió la vida y, con ella, los dinosaurios.
Otra característica llamativa de la urbe es que Teruel es la única que tiene su Parador en la capital provincial, en una preciosa edificación ubicada a las afueras de la ciudad. Se trata de un palacete inspirado en el arte mudéjar, decorado con mármol, azulejos, arcos ojivales y detalles arábigos.
Alojarse en este Parador significa desconectar del ruido y el estrés de las ciudades en un entorno idílico. Además, el Parador de Teruel, uno de los más bonitos y baratos de España, por lo que aquí es más fácil encontrar una habitación que se ajuste a tu presupuesto.
Dónde comer en Teruel
Si quieres celebrar un vermú con amigos y disfrutar de los mejores pinchos tradicionales, te dejamos los mejores bares y restaurantes para comer en Teruel:
- La Barrica, en la calle Abadía, 5
- Ambigú de Teruel, en la plaza San Juan, 2
- La mina, en la calle Yagüe de Salas, 2
- Pura Cepa, en la calle de Joaquín Costa, 4
Para los que prefieran probar las distintas propuestas gastronómicas de la capital turolense, estos son algunos bares y restaurantes del Centro Histórico y cerca:
- Gastrotaberna Locavore, en la calle Bartolomé Esteban, 10
- Mesón El Óvalo, en la plaza del Óvalo, 2
- Restaurante Yain, en la plaza de la Judería, 9
- Bar Vicente, en la carretera de Alcañiz, 55
- Restaurante Rokelin, en la avenida Santa Amalia, 15
- Las Viñas 3.0. En la avenida Santa Amalia, 13
Cómo llegar a Teruel, en Aragón
Para llegar a Teruel desde Zaragoza hay que tomar la A-23 en un trayecto de una hora y 45 minutos en coche. Para llegar desde Huesca son casi dos horas y media en coche por la misma vía y, los que quieran visitar la capital turolense desde Madrid o Barcelona tendrán que tomar la A-2 y la N-211 en tres horas y 25 minutos de trayecto y la AP-7 en cuatro horas y media de trayecto en coche, respectivamente.