'The Hole 2' aterriza en un transformado Principal apostando por lo castizo

Convertido ya en un sello sinónimo de éxito, con buena parte del público entregado de antemano, el trepidante, por momentos excesivo, para muchos catártico espectáculo ‘The Hole’ llega el miércoles a Zaragoza con su segunda parte. Lo hace dejando su carpa, que el año pasado fue testigo de llenazos en las dos veces que hizo parada en la capital aragonesa, para ocupar el Teatro Principal. Ha hecho falta para ello retirar las butacas de su patio y en su lugar se dispondrán mesas con sillas, de manera que el espacio adquiera el ambiente de un gran cabaré, que estará abierto nada menos que hasta el 2 de noviembre.

En ‘The Hole 2’ la protagonista es la revista. Sin abandonar la estructura general que triunfa por toda España, la que mezcla circo con monólogos, música y números picantes (cuando no, directamente, de alto voltaje sexual), ‘The Hole 2’ vira hacia los clásicos de la revista española o el Teatro Chino de Manolita Chen, al que sus creadores citan como referencia inspiradora abiertamente.

Esta segunda parte se sustenta sobre un ligero hilo argumental:el maestro de ceremonias quiere volver con una ratita de la que está enamorado y con la que rompió (a la que, por cierto, interpreta Rocío Madrid). Para ello rivaliza con un apolíneo gato.

Otros personajes son el Hombre del Smoking Azul, el Censor, el Batería Loco o la despampanante Madame Zoltar. El otro personaje de ‘The Hole’ es el público, parte sustancial de esta ceremonia de la desinhibición.

Tanto la primera como la segunda parte, explican sus responsables, son dos espectáculo independientes, de manera que quien nunca se haya asomado al agujero puede hacerlo empezando por esta nueva entrega.

Alex O’Dogherty, autor también de los textos de los monólogos, y Canco Rodríguez (muy popular por su personaje del Rata en ‘Aída’)son los maestros de ceremonias que se turnarán en el escenario del Teatro Principal. Sobre este personaje, tan energético y deslenguado como entrañable, descansa el peso de una función trepidante que no da tregua al espectador.

Tres horas, con un breve descanso, dura ‘The Hole 2’, que incluye varias sorpresas e, incluso, un particular momento binguero.

Los números circenses, sobresalientes, son eminentemente aéreos: trapecios, cuerdas o, incluso tubos de plástico hacen volar a los artistas sobre la cabeza de los espectadores, en escenas en ocasiones de gran lirismo. Por supuesto, como buen cabaré que se precie, lo erótico está muy presente a lo largo del espectáculo, con números picantes a la manera de clásicos como El Plata.