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Los niños de familias vulnerables usan cuatro meses más las pantallas al año

Un informe de la Gasol Foundation revela que los críos que crecen en núcleos desfavorecidos realizan 23 minutos menos de ejercicio al día.

Los expertos en nuevas tecnologías insisten en una buena educación digital desde edades tempranas.
Los niños de familias vulnerables usan cuatro meses más las pantallas al año
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El nivel socioeconómico de la familia determina el grado de obesidad de niños y adolescentes. Cuanto más baja es la renta, mayor propensión a sufrir exceso de peso. Esta correlación, corroborada por numerosos estudios, ha sido medida por un informe de la Gasol Foundation, que evidencia que los chicos de familias con dificultades realizan 23 minutos menos de ejercicio físico al día, emplean 70 minutos más las pantallas al día y secundan en menor medida la dieta mediterránea, en concreto un 11,5% menos. El informe 'Nivel socioeconómico y estilos de vida de la población infantil y adolescente en España' pone de manifiesto que la infancia vulnerable duerme peor.

La investigación analiza los efectos de las desigualdades sociales en los hábitos de salud de los menores de edades comprendidas entre los 8 y 16 años. El informe pone el foco en tres variables, como el nivel de estudios de los padres o tutores legales; su estatus laboral y la renta media por persona y año de la sección censal en la que reside la población estudiada.

El estudio, basado en las respuestas de 3.201 niños, revela que aquellos niños que se crían en medios socioeconómicamente precarios registran mayores dificultades para llevar un estilo de vida saludable. Ese condicionante social se traduce en que comen peor, realizan menos ejercicio y pasan un tiempo prolongado delante de dispositivos móviles, circunstancias que abonan el sedentarismo y la obesidad.

El director global de Investigación y Programas de la Gasol Foundation e investigador principal del estudio Pasos, Santi F. Gómez, destacó que los hijos cuyos padres carecen de estudios universitarios dedican a la actividad física 11,5 minutos menos al día, es decir, casi 70 horas menos al año.

"Tendremos a niños que van a estar cuatro meses completos de su vida dedicados íntegramente al uso de una pantalla entre los ocho y los dieciséis años. A mí esto me parece absolutamente demoledor", destacó la ministra de Sanidad, Mónica García.

Malestar psicológico

La proporción que alcanza las recomendaciones de horas de sueño supera el 63% en niños de familias con estudios universitarios, en activo y con mayores niveles de renta. Ese porcentaje es casi un 15% superior al registrado entre la población desprotegida.

Los investigadores han observado el malestar psicológico. En este caso, la diferencia entre los hogares más y menos favorecidos es menos relevante, del orden de un 2,4%. En el informe consta que, en términos globales, un 30 % de los niños y adolescentes, independientemente de su nivel socioeconómico, declaran sentirse preocupados, tristes o son infelices.

La desigualdad aumenta al combinar las tres variables. Así las cosas, los hijos de padres con estudios universitarios, que trabajan y que viven en áreas con rentas medias superiores a la mediana disfrutan de la oportunidad de dedicar 23 minutos más al día a la práctica de actividad física moderada o vigorosa. De este modo, quienes viven en ambientes más vulnerables hacen 160 minutos menos de ejercicio, lo que supone más de 11 horas al mes y casi seis días completos al año.

Estos niños pasan 70 minutos más al día con las pantallas entre semana, lo que supone 16 días completos al año y 4,2 meses durante toda la etapa que va de los 8 a los 16 años.

"La evidencia científica ha demostrado desde hace años que la obesidad infantil es un problema sistémico, influido por una cascada de factores sociales", dijo Mónica García. "Esta visión nos obliga a abordar la obesidad infantil no solo desde la perspectiva sanitaria, sino desde la salud integral de la población infantil, considerando aspectos económicos, educativos y comunitarios que afectan a los niños y sus familias", apuntó la ministra.

Para la titular de Sanidad, los esfuerzos para luchar contra la obesidad serán baldíos si no se actúa sobre las desigualdades socioeconómicas. En este sentido, García indicó que su departamento va a impulsar medidas concretas, como seguir fortaleciendo el uso de los patios de los centros educativos por las tardes para fomentar hábitos saludables. Además, apostó por la ampliación de la cobertura de la salud bucodental, una medida contemplada en el plan contra la obesidad infantil.

El documento de la Gasol Foundation incluye diez demandas para mejorar la situación de la infancia vulnerable y acabar así con estas diferencias en salud, entre ellas la promoción del cumplimiento de las horas de sueño.

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