Sociedad

¿Sabes reconocer un bioplástico?

El proyecto de divulgación científica Eco Think Lab facilita información sobre los plásticos compostables y biodegradables a la ciudadanía.

Al final de su ciclo de vida, los bioplásticos biodegradables se descomponen en el medio ambiente.
I3A

¿Qué es un material compostable? ¿Y un bioplástico? ¿Qué tipos existen? ¿Cuál es la forma correcta y adecuada de usarlos? ¿Qué ciclo de vida siguen los materiales? A todas estas cuestiones trata de dar respuesta el proyecto de divulgación científica Eco Think Lab, puesto en marcha por el Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón y la cátedra Samca de Desarrollo Tecnológico de Aragón, con un objetivo: facilitar información sobre los plásticos compostables y biodegradables a la ciudadanía y hacer un buen uso de ellos

El proyecto Eco Think Lab surge para mostrar a la sociedad la importancia de un uso sostenible de los plásticos, aprender a reconocer un bioplástico, diferenciar entre los plásticos según su origen y fin de vida y dar a conocer las características de los bioplásticos compostables y sus diferencias en relación a los plásticos convencionales.

Actualmente, el 6% del petróleo se destina a la fabricación de plásticos y los bioplásticos representan menos del 1% del plástico total, pero su implantación está creciendo y ya se consideran una verdadera alternativa al plástico convencional para determinadas aplicaciones.

Es probable que muchas personas los estén utilizando ya en su día a día y no los hayan identificado. Hoy, un ejemplo de aplicación donde es fácil encontrarlos es en las bolsas de basura para residuos orgánicos, ya que en España es obligatorio que estas bolsas y las bolsas que están disponibles en las secciones de fruta y verdura o de congelados de los supermercados sean compostables.

Los bioplásticos se consideran una solución sostenible para el futuro del planeta. Sus propiedades son muy parecidas a las de los plásticos convencionales, pero tienen un menor impacto en el medio ambiente; cuando se biodegradan generan biomasa o compost. Los plásticos compostables siguen un ciclo de vida circular, ya que el compost se usa como abono para el cultivo de plantas que darán lugar a nuevos biopolímeros. Además, no contienen sustancias tóxicas.

El objetivo de Eco Think Lab es aportar información rigurosa y dar a conocer estos nuevos materiales. El primer paso, el año pasado, fue llegar a las aulas a través de materiales específicos para el profesorado. Ahora, el proyecto trata de llegar a toda la sociedad, a través de la divulgación científica con diferentes grupos de población.

El proyecto

  • Nombre del proyecto Eco Think Lab.
  • Impulsado por el Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) y la cátedra Samca de Desarrollo Tecnológico de la Universidad de Zaragoza.
  • Objetivo Trabajar desde la investigación y la divulgación para contribuir a la economía circular y responder al reto de alcanzar cero residuos. Dar información sobre los plásticos compostables y biodegradables. En el primer año ha llegado a 1.400 estudiantes y ha implicado a docentes de 25 centros escolares.
  • Más información.

¿Qué sabes de los bioplásticos?

Sabemos que el consumo de material plástico, aunque necesario en nuestra vida, puede tener consecuencias negativas para el medio ambiente en caso de que no se gestione adecuadamente. La investigación de nuevos materiales incorpora los bioplásticos como materiales sostenibles para alcanzar el objetivo de residuos cero.

Los bioplásticos o biopolímeros engloban distintos tipos de plásticos, centrándose en su origen o en la gestión de sus residuos. Un material plástico se define como bioplástico si es de base biológica, biodegradable o ambas propiedades.

Bioplásticos biobasados son los polímeros cuyas materias primas provienen total o parcialmente de fuentes renovables. Pueden, o no, ser biodegradables.

Bioplásticos biodegradables son aquellos plásticos que al final de su ciclo de vida se descomponen en el medio ambiente por la acción de bacterias sin dejar ningún residuo. Estos materiales pueden, o no, ser de biobasados.

¿Dónde se utilizan los bioplásticos?

Los bioplásticos se utilizan cada vez en mayor número de aplicaciones, desde envases, productos monouso, electrónica de consumo, automoción, agricultura y horticultura, juguetes y textiles, entre otros.

El embalaje y envase sigue siendo el segmento de mercado más amplio para los bioplásticos, con el 48% del mercado total de bioplásticos en 2021, en torno a 1,15 millones de toneladas.

Pero las aplicaciones continúan diversificándose debido a la investigación y al aumento de polímeros funcionales. Se estima que la capacidad de producción mundial de bioplásticos pase de unos 2,42 millones de toneladas en 2021 hasta 7,59 millones de toneladas en 2026.

Además de para fabricar bolsas de basura, de caja o de sección utilizadas en supermercados, los bioplásticos son especialmente adecuados para la fabricación de envases para productos frescos, como frutas y verduras, al prolongar su vida útil. También en servicios de comida, de un solo uso y reutilizables porque se debe seguir garantizando la higiene y la seguridad de los alimentos.

Es importante su uso en agricultura y horticultura, como por ejemplo los acolchados agrícolas biodegradables en tierra. Los plásticos agrícolas convencionales de polietileno se fragmentan y permanecen en el suelo muchos años. Sin embargo, los films biodegradables en suelo desaparecen por completo entre cosechas evitando la contaminación del suelo y todo lo que conlleva la retirada y la gestión de estos acolchados como residuo tras su uso.

El ciclo de vida de los plásticos

El ciclo de vida de los plásticos abarca desde la extracción de materias primas, su fabricación, su transformación en productos, su uso y mantenimiento y su fin de vida, ya sea el vertedero, en reciclaje, en valorización, biodegradación o compostaje.

Es un proceso que puede ser abierto o cerrado en función de si los residuos se pueden reintroducir como materias primas o no pueden reaprovecharse.

Para que un material sea sostenible, debe serlo en cada una de las fases de su ciclo de vida.

Una herramienta clave para medir el impacto ambiental de un producto o servicio es el llamado análisis de ciclo de vida. A través de esta herramienta, es posible contabilizar todos los impactos ambientales asociados a un producto o servicio. Tiene en cuenta todas las etapas de la vida de un producto, desde la extracción de los recursos hasta su eliminación final.

Silvia Catalán Asesora técnica del proyecto Eco Think Lab