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Crecer al calor de los abuelos

Muchos pequeños pasan gran parte del día con ellos, con sus abuelos, lo que les permite generar un fuerte vínculo emocional, disfrutar juntos y desarrollar aspectos muy beneficiosos.

A los abuelos no se les escapa ninguna de nuestras emociones
A los abuelos no se les escapa ninguna de nuestras emociones
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Los abuelos son un gran tesoro que cuidar y pieza clave en nuestras vidas, tanto por su ayuda incondicional como por ser una gran fuente de aprendizaje para nuestros hijos. Muchos pasan gran parte del día con ellos, lo que les permite generar un fuerte vínculo emocional, disfrutar juntos y desarrollar aspectos tan beneficiosos como estos:

• Aprendizaje vivencial. Para los pequeños, una tarde con los abuelos significa atreverse a probar cualquier experiencia, salir de la rutina y romper los límites de la imaginación y de la edad. El aprendizaje vivencial es el que parte de la propia experiencia a través de la acción, con ellos aprendemos a entender el lenguaje ‘encriptado’ de las recetas de cocina, a cuidar las plantas y el huerto, a hacer disfraces, a construir hermosos castillos con bloques de madera para vivir miles de aventuras...

• Valores. Para el desarrollo global de los niños es fundamental estimular sus emociones y sentimientos. Y no hay mejores maestros que los abuelos, que llevan por bandera valores como respeto, empatía, nobleza y generosidad, y nos regalan su tiempo y vivencias a cambio de una muestra de cariño. En la infancia es muy importante tener una referencia familiar segura, no solo para que los pequeños se identifiquen en su línea de la vida y familiar, sino para que establezcan lazos afectivos con su entorno, otorgándole valor a la familia.

• Imaginación y la creatividad. En su casa siempre hay objetos que descubrir, que invitan a crear un sinfín de historias con las que vivir una tarde de juego. No hay nada mejor que convertir el sofá en un barco pirata, las mantas en tiendas de campaña y el salón en un museo en el que exponer sus obras de arte.

• Resolución de conflictos. Si algo hemos aprendido de ellos es a disfrutar de las pequeñas cosas y a resolver situaciones de la vida con el mínimo de recursos. Vivimos en una sociedad en la que la capacidad de adaptación, la versatilidad y la respuesta positiva al cambio son competencias esenciales, por lo que los abuelos son todo un ejemplo y manual de instrucciones para nuestras vidas.

• Historia y cultura. Son fuente de sabiduría y muestra real de nuestras tradiciones y cultura. Seguro que a más de uno le vienen a la cabeza alguna rima, trabalenguas o dichos de sus abuelos. Si nuestros pequeños pasan tiempo con ellos podrán aprender todas estas tradiciones a la vez que estimulan el lenguaje, la atención y la memoria.

• Desarrollo emocional. A los abuelos no se les escapa ninguna de nuestras emociones y entienden a la perfección nuestro lenguaje corporal. Además, son un gran apoyo para los niños a la hora de enfrentarse a un conflicto tanto social como emocional y les ayudan a poner palabras a sus emociones de manera lúdica, sencilla y cercana. No hay nada mejor que su consejo cuando tienes un examen, un partido… ¡Y qué decir de esas palabras y miradas de apoyo desde las gradas que te invitan a sacar lo mejor de ti!

Por: Ester Motos Guerra / Ana Rojo de la Vega. Asociación Aragonesa de Psicopedagogía

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