Cómo limpiar bien las gafas por higiene... y para que no se empañen con la mascarilla

El lavado exhaustivo de manos varias veces al día, o cuando se hayan tocado superficies que puedan estar infectadas por otras personas, es un gesto que la población ya ha interiorizado como habitual. El agua y el jabón son un arma eficaz contra la expansión de la covid-19, así como los geles hidroalcohólicos de bolsillo que conviene llevar encima cuando se salga a la calle. Sin embargo, también hay que atender otras cuestiones; dejar los zapatos en la puerta de casa y desinfectar suelas antes de guardarlos, echar a lavar la ropa que haya estado en contacto con superficies de uso común, como mesas de una terraza… y las gafas.

Las gafas se tocan con frecuencia con las manos, ya sea para colocarlas, retirarlas o modificar su posición sobre la nariz; naturalmente, pueden recoger las famosas gotitas que expulsa otra persona por la boca al hablar o respirar, sobre todo si no ha guardado la distancia social adecuada; es algo que se puede ver a diario en las terrazas de los bares, por ejemplo, con varias personas apiñadas en una mesa hablando sin mascarillas, por la incomodidad que suponen para la consumición de bebidas o comidas; por si fuera poco, el calor veraniego se ha adelantado y cada vez son más molestas. 

Para lavar las gafas bien conviene seguir estos pasos

- Lavarse las manos correctamente con agua y jabón o un hidrogel.

- Aplicar una gota de jabón líquido neutro o jabón de manos en cada lente de las gafas.

- Frotar suavemente el jabón en los cristales y la montura

- Enjuagarlas y sacudirlas un poco para eliminar el agua extra.

- Secarlas con un paño o trapo limpio; no hay que recurrir al papel o a una servilleta de tela con costuras para no dañar los cristales.

- Si no hay agua y jabón a mano, lo ideal es una bayeta de microfibra y la toallita o spray limpiador habituales.

En vídeo | Algunos consejos para evitar que no se empañen las gafas

Frotar en seco o lavar con agua y jabón

Se ha hecho popular en las últimas semanas un truco ‘casero’ para evitar que las gafas graduadas o de sol se empañen por el uso combinado con la mascarilla, debido al vaho que se crea con la respiración. El truco consiste en frotar los lentes con una pastilla de jabón en seco y pasar luego una bayeta para retirar el exceso de jabón. El problema es que ese truco no sirve para la mayoría de las gafas que se pueden adquirir en el mercado; tienen lentes orgánicas y no se pueden frotar en seco sin agredir el antirreflejante o rayarse debido a la fricción. Cuando las lentes son minerales, caso de las orgánicas, es mejor lavarlas en húmedo, con agua y jabón, y después de secarlas se puede usar un spray o bayeta húmeda de función específica contra el vaho.