Ciencia ciudadana
La vida sin nosotros en el paisaje
Nuestro confinamiento deja a la fauna mucho más espacio para moverse a sus anchas. Desde nuestra ventana podemos hacer ciencia ciudadana, #cienciaencasa, y ser testigos de algunos de esos casi imperceptibles cambios que demuestren si la naturaleza recupera terreno.
![Crías de cernícalo alimentadas por su madre en el alero de un edificio.](https://imagenes.heraldo.es/files/image_990_556/uploads/imagenes/2020/03/31/x0u5091-1.jpeg)
Desde hace ya unas semanas, los seres humanos, confinados en nuestras casas para luchar contra la pandemia, hemos desaparecido de las calles y de casi todos los paisajes. ¿Cómo responderá la naturaleza? ¿Los animales silvestres recuperarán terreno, se moverán con mayor libertad? Precisamente ahora no vamos a salir al campo a espiarles, pero, desde casa, podemos observar con mucha más atención y estar alerta ante los cambios.
Antonio Ordóñez, responsable del proyecto de ciencia ciudadana ‘Biodiversidad virtual’, está armando, "junto a un grupo de naturalistas y agentes forestales, un recopilatorio de datos para después elaborar un artículo de divulgación en torno a la afectación –entendemos que positiva– a la fauna silvestre de la ausencia generalizada de personas en el campo; la ocasión es única y esperemos que poco repetible".
Todavía son pocos los días transcurridos y "no podemos deducir que se esté produciendo un cambio de comportamiento o de distribución de especies, aunque es seguro que, sintiéndose más cómodas, la disminución de tráfico, presencia humana y ruido les estará afectando positivamente, al menos a las especies silvestres en sus desplazamientos y, en el caso de las aves, en su nidificación". A la fauna urbana, "puede afectarle tener menos disposición de comida en parques y jardines".
Los biólogos que participan quieren saber "si hay una incidencia en el éxito de polladas o nidadas en zonas sensibles, un mayor relajo o intrusión de fauna en zonas periurbanas, más éxito en depredadores por aumento de camadas y si aumenta en general la actividad silvestre en zonas habitualmente ‘invadidas’ de presencia humana", enumera este aficionado a la naturaleza.
Dada "la imposibilidad actual del trabajo de campo, solo podremos contar con testimonios de personas que por sus obligaciones laborales deban acceder o acercarse a áreas silvestres o naturales, quienes paseen o cuiden animales y personas cuyas viviendas limiten con ellas".
En las ciudades, hay que estar atentos a palomas, aves rapaces, ratas, gorriones... y, siempre desde nuestras ventanas, nos piden que observemos "la evolución de la avifauna, si hay presencia de especies más tímidas o menos frecuentes en el parque de enfrente, más depredadores en la ciudad, más insectos en las casas, más mariposas en los jardines, más cantos de aves y también podemos observar si en los jardines se nota un incremento de las perseguidas hierbas silvestres, que son biodiversidad urbana".
Pero es "en zonas rurales y periurbanas donde podremos observar mejor si hay un incremento de los avistamientos de fauna, siempre desde nuestras casas para cumplir con el aislamiento o aquellas personas que por motivos laborales tengan que desplazarse en esas zonas". Invitan a "fijarse en si hay más presencia y movimiento de fauna, más flora o incluso si el comportamiento de algunas especies es más ‘descarado’, y se exponen más a nuestra mirada y presencia".
Como lo que este grupo de naturalistas quiere "es recopilar datos y, hasta ahora, circulando por la redes sociales, solo hay bulos, ‘fakes’ y observaciones imprecisas o que no tienen demasiado de excepcional", insisten en que es vital "que muchos ciudadanos aporten información veraz, que se pueda testimoniar y ordenar". Concretamente, es crucial aportar una georreferencia de la observación, fecha y detalles de la misma. Lo mejor sería una fotografía o un vídeo "para contrastar con estudios u observaciones previas".
Si quieres colaborar como aportador de datos o cómo biólogo o etólogo que los analice escribe a Revistaiberae@gmail.com. Será en la revista de divulgación 'Iberae', que dirige Antonio Ordóñez, donde se expondrán los datos "si se recopilan los suficientes".
Menos tráfico, ruido y residuos: un regalo para la naturaleza
Realmente no se sabe cómo afectará a la fauna silvestre esa retirada de seres humanos de la circulación “porque es la primera vez que se puede registrar de manera global a un nivel geográfico tan grande una situación así, con lo cual todo son teorías y conjeturas, de ahí lo interesante de observar este fenómeno, afortunadamente único al ser motivado por algo tan excepcional y grave”.
Con nuestro confinamiento, regalamos a la fauna silvestre menos tráfico, ruido y residuos. Antonio Ordóñez constata que, desde hace unos pocos años, “la presencia de personas en la naturaleza ya no se circunscribe a áreas recreativas o zonas muy trilladas, sino que, con métodos de geoposicionamiento, la moda de las bicicletas eléctricas, las carreras de orientación, la masificación de deportes y pruebas en alta montaña y el ansia de divulgar en internet sitios únicos han propiciado una masificación de los espacios naturales, alterando el normal desarrollo de la actividad de muchas especies y afectando fundamentalmente sus ciclos reproductivos y acosándolas en el medio”.
El descenso brusco de toda esa actividad y del tráfico va a incidir en ”un descenso de atropellos, especialmente en carreteras secundarias, y también menos molestias en zonas de cría y anidamiento de especies sensibles a la presencia masiva de gente en el monte”.
En realidad, “no esperamos grandes cambios, entre otras cosas porque confiamos en que, en breve, todo vuelva a la normalidad. Pero es muy interesante observar la capacidad de la naturaleza de recuperar los espacios que habitualmente son ‘invadidos’ por miles de personas cada fin de semana”. Por eso invitan a que “la población use este tiempo para reflexionar acerca nuestra relación con todo , con los demás y con la naturaleza”.
Esta sección se realiza en colaboración con el Observatorio de la Ciencia Ciudadana en España, coordinado por la Fundación Ibercivis
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