Sociedad

Una década de feministas en el poder: De Aído a Calvo y Montero

Las manifestaciones feministas son hoy multitudinarias, el Ejecutivo de Sánchez se declara "absolutamente feminista" y tanto la ministra de Igualdad, Irene Montero, como su predecesora y actual vicepresidenta primera, Carmen Calvo, sostienen que "sin feminismo no hay democracia".

Violeta Molina Gallardo
Irene Montero recibe su cartera de Igualdad de manos de Carmen Calvo
Efe

La creación en 2008 de un Ministerio de Igualdad con Bibiana Aído al frente fue objeto de críticas y "resistencias extremas", pero una década después la presencia del feminismo en el seno del Gobierno es incuestionable y la lucha por su liderazgo ha hecho tambalear los pilares del Ejecutivo de coalición.

Las manifestaciones feministas son hoy multitudinarias, el Ejecutivo de Sánchez se declara "absolutamente feminista" y tanto la ministra de Igualdad, Irene Montero, como su predecesora y actual vicepresidenta primera, Carmen Calvo, sostienen que "sin feminismo no hay democracia".

En ese contexto, el impulso del anteproyecto de Ley Orgánica de Garantía de la Libertad Sexual ha provocado profundas fricciones entre las dos fuerzas políticas que conforman el Gobierno, un conflicto bajo el que subyacen las distintas concepciones del feminismo que abrazan Unidas Podemos y PSOE en asuntos como la prostitución o el sujeto político feminista.

El feminismo es, sin duda, un nuevo espacio de poder. Pero su coligación con las instituciones es un fenómeno reciente; de hecho, hace poco más de diez años el empeño de Bibiana Aído y José Luis Rodríguez Zapatero por incluir la lucha por la igualdad en la agenda del país fue enormemente cuestionada.

Bibiana Aído, Carmen Calvo e Irene Montero, las tres ministras de Igualdad de la democracia, reflexionan en sendas entrevistas con la Agencia EFE sobre la llegada del feminismo al poder, la evolución de la percepción social de la lucha institucional por la igualdad y la fuerza del movimiento feminista hoy.

Una decisión valiente

Aído rememora cómo España fue por delante de muchos países al crear un Ministerio de Igualdad e impulsar grandes transformaciones sociales.

"El presidente Zapatero hizo una apuesta valiente para avanzar en derechos civiles e igualdad de género. Fue de los primeros y convirtió a España en un referente" en un momento en que no había como hoy una conciencia social sobre las discriminaciones y la desigualdad, dice Aído a EFE.

"En aquel momento las resistencias fueron extremas, los enemigos de la igualdad reaccionaron de forma violenta y no contábamos con un movimiento feminista tan activo e inspirador como el que tenemos en la actualidad", reflexiona.

También califica ese paso de "valiente" Irene Montero, mientras Carmen Calvo estima que fue un "grandísimo acierto" gracias al cual las cuotas, la democracia paritaria y las listas cremallera se abrieron paso.

"Zapatero lo que hizo fue recoger lo que las mujeres y el movimiento feminista ya habíamos sembrado en este país, la presión y la exigencia de que queríamos el reparto del poder, influir y decidir, y qué mejor lugar para influir y decidir que el Consejo de Ministros", comenta Calvo.

También Montero considera que esa valentía encuentra su razón de ser en que "muchas mujeres de dentro y fuera del PSOE impulsaron y sostuvieron ese empeño".

"Ya, salvo que alguien sea muy machista, a nadie le sorprende que las mujeres tengamos áreas de poder que antes eran exclusivamente masculinas", añade Calvo.

Y la ministra de Unidas Podemos incide en que tanto entonces como ahora las decisiones feministas -para traducir en leyes y derechos las reivindicaciones- tuvieron y tienen un especial cuestionamiento cuando son propuestas, "aunque luego quede en evidencia" que contribuyen a que "vivamos en un país mejor".

La vicepresidenta primera denuncia que a las mujeres políticas, y también de otros ámbitos, se les exijan "unos controles de calidad que no se les han exigido nunca a los varones".

Aído no duda, en España se ha logrado institucionalizar la lucha por la igualdad "y lo deseable sería que se mantuviera por encima de colores políticos".

La ministra Montero propone "una inquebrantable alianza feminista" que haga de España un país más justo, equitativo y digno: "Sin feminismo no hay democracia, ni justicia, ni libertad".

Una idea que comparte Calvo: "Es tan de justicia que pienso que el feminismo es el elemento de sostenibilidad de la democracia. Las democracias se van a sostener si las mujeres compartimos y repartimos toda la participación y todo el poder, si no va a costar mucho trabajo".

La institucionalización del feminismo "ayuda mucho a reequilibrar asimestrías injustas de las mujeres", desarrolla Calvo, convencida de que tener un Ministerio de Igualdad y un Gobierno con gran presencia de mujeres "va cambiando la mirada, la sensibilidad y la conciencia" de la sociedad.

A pesar de las diferencias sobre feminismo entre PSOE y Unidas Podemos, evidenciadas en la tramitación del texto de la Ley de libertad sexual, Calvo presume de que el Gobierno es "absolutamente feminista por principios" y en más de una ocasión ha asegurado que está compuesto por "22 ministerios de Igualdad".

En un acto sobre el 8M en Ferraz, Calvo se adelantó a la polémica y aseguró que los socialistas seguirían a la "vanguardia" del feminismo "de manera discreta", sin disputar el monopolio: "La política no puede ser una guerra ni un combate de boxeo", dijo entonces.

Montero apunta a EFE que hay una institucionalización de las políticas públicas de igualdad y que su departamento tiene que "profundizarlas y hacerlas más efectivas en el ámbito de sus competencias y en el conjunto del Gobierno. (...) Tenemos que profundizar en la defensa del feminismo como eje democrático para así impulsar la legislación que erradique todas las formas de discriminación".

En esa línea, la vicepresidenta primera afirma que toda acción del Ejecutivo se hace con análisis de género.

"Un Gobierno feminista no lo es por dos o tres leyes que se identifican exclusivamente con reivindicaciones feministas (...), sino porque todo lo trasmina la perspectiva de género", matiza Calvo.

Aído incide en que "hay que lograr que la igualdad sea el centro de la acción política" ya que estas políticas no solo afectan a las mujeres, sino que son positivas para el conjunto de la población".

Las tres políticas coinciden en el avance que se ha producido en la sociedad española en la última década y en el empuje del movimiento feminista, al que se han sumado en masa las mujeres más jóvenes.

"Me llena de esperanza observar cómo el movimiento feminista en España está revitalizado, dinamizado, cómo aglutina a jóvenes y mayores, a mujeres y cada vez más hombres, cómo inspira la acción de tanta gente. (...) Están proponiendo nuevas y valientes alternativas para un mundo diferente, desafiando las asimetrías del poder que han llevado al mundo al actual punto de crisis", destaca Aído.

Calvo enfatiza que la percepción social ha cambiado "enormemente", que el término feminista ha ganado "crédito y respetabilidad" y que las mujeres españolas se han empoderado a sí mismas, salen a las calles y se reivindican en todos los ámbitos.

"La sociedad española ha crecido con las movilizaciones de las mujeres, sobre todo a partir de las huelgas feministas, de fenómenos como el #metoo, el #cuéntalo o las movilizaciones que han planteado la lucha contra las violencias machistas y que solo 'sí es sí' es plenamente consciente de que el machismo y todas sus expresiones, de la desigualdad laboral a las violencias, es inaceptable", subraya Montero.

La actual ministra de Igualdad, que alerta de que una reacción negacionista acecha, pide ser "ambiciosas y firmes" porque, recordando a Simone de Beauvoir, bastará una crisis para retroceder en derechos: "El feminismo y la defensa de la igualdad son una batalla constante", concluye. 

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