Sociedad

educación emocional para familias

Por qué tienes que leer cuentos con tus hijos

El mundo de los cuentos encierra maravillosos aprendizajes que nos permiten trabajar con nuestros hijos valores, actitudes, sentimientos... Sin olvidar que genera fuertes vínculos afectivos familiares. Hoy, analizamos por qué es tan importante leer cuentos, juntos, en familia.

Gracias a los cuentos los niños aprender a identificar sus sentimientos y los de los demás
Freepik

El invierno es época de estar más en casa con nuestros hijos haciendo diferentes actividades creativas. Entonces, ¿por qué no dedicamos alguno de esos ratos a disfrutar en familia de un buen cuento? Así, crearemos fuertes vínculos afectivos, que vinculen a todos y cada uno de los miembros de la familia. El mundo de los cuentos encierra maravillosos aprendizajes, que nos permiten trabajar valores, actitudes y sentimientos. Hoy, analizamos por qué es tan necesario leer cuentos con nuestros hijos.

La creatividad. Los cuentos desarrollan la creatividad, ya que siempre hay personajes que no aparecen y que ellos tienen que ‘dibujar’. Además, podemos preguntarles, por ejemplo: ¿cómo acabarías tú el cuento? ¿Añadirías algún personaje? Y lo más atrevido y divertido: vamos a interpretar un cuento, todos juntos.

Los sentimientos. Gracias a los cuentos los niños aprender a identificar sus sentimientos y los de los demás, de una manera lúdica y divertida. Si desde pequeños les enseñamos a identificar sus sentimientos serán adultos emocionalmente inteligentes y capaces de crear un mundo mejor.

El aprendizaje de las letras. Los cuentos son un recurso fantástico para iniciarse en el mundo de lectoescritura, ya que van aprendiendo las letras a la vez que se divierten. Hay libros para aprenderlas con animales, con sentimientos, con poesías, con ciudades. Esto es lo que llamamos un aprendizaje significativo.

Los valores. Hoy, necesitamos que los niños tengan actitudes positivas, como compartir, reciclar, respetar a los demás... y nuestros amigos los cuentos también nos ayudan a enseñarles y transmitirles estos valores tan fundamentales en su día a día. Si queremos que sean conscientes del cambio climático, ¿por qué no empezamos con un buen cuento.

Los estereotipos. Doy las gracias a los cuentos, porque, a través de su lectura, pueden romper muchos estereotipos, por ejemplo, de género. Los niños pueden jugar con carritos de muñecas, no todas las niñas tiene que ser princesas, no hay colores ni juguetes de chicos ni de chicas. Así, conseguiremos que los niños sean lo que quieren ser de mayores y luchen por sus sueños sean hombre o mujeres.

La autoestima. Los pequeños necesitan sentirse queridos para poder aprender en el colegio y ser felices. Hay cuentos que les ayudan a valorarse como personas, a quererse como son, a saber respetar las diferencias y a no sentirse inferiores a los demás. Necesitamos niños emocionalmente competentes y seguros.

Resolución de conflictos. ¿Cuantas veces, como padres, hemos escuchado que hay problemas de ‘bullying’ en los colegios? Estamos a tiempo de poder prevenir estos conflictos a través de los cuentos desde educación infantil. Si desde pequeños aprenden a solucionar sus conflictos y a ser empáticos, no habrá tanta violencia escolar.

El apego. Llega la hora de irse a la cama. ¿Y qué mejor manera de terminar el día que con un buen cuento? Ellos adoran ese momento y lo saborean al máximo. Dulces sueños con sabor a cuento.

Por: Ana Rojo de la Vega. Maestra y  orientadora educativa. Asociación Aragonesa de Psicopedagogía