"La pasión por investigar también significa padecer"
El Premio Aragón Investiga al Joven investigador dio visibilidad a quienes estudian el patrimonio y la cultura, al recaer en una candidatura de humanidades.
El pasado martes 15 de enero se entregaron los Premios Aragón Investiga, ante un auditorio donde "hasta la gente más seria tiene la sonrisa por dentro porque tienen la curiosidad alimentada", como dijeron Las Tremendas, divertidas presentadoras de un acto que distinguió a María José Estarán, Circe y la empresa Zeulab.
Nada más recibir el premio Joven Investigador, María José Estarán Tolosa agradeció que se hubiera seleccionado "una candidatura de humanidades, porque cuando se habla de investigación, la gente piensa en batas blancas, en laboratorios, y no tanto en quienes estamos en bibliotecas, en archivos, en museos". El Premio Aragón Investiga "da visibilidad a quienes investigamos sobre el patrimonio y la cultura, que nos permiten conocernos mejor a nosotros mismos como sociedad".
Como historiadora de la antigüedad, su línea principal de trabajo se centra "en conocer mejor los resultados de los contactos culturales entre los pueblos paleoeuropeos y Roma desde el primer momento en que entraron en contacto debido a la conquista hasta el final, cuando ya se integran plenamente en el modo de vida romano". Estudia este proceso sobre todo desde el punto de vista sociolingüístico "y últimamente también desde el religioso, en lo que me he podido centrar durante el contrato Marie Sklodowska-Curie que disfruté en Bruselas". Su último artículo abordaba el proceso de latinización de la ciudad ibérica de Sagunto.
El martes pasado, dedicó el premio a sus compañeros de candidatura "porque compartimos una pasión, la pasión de investigar, la vocación que nos mueve todos los días, porque pasión también es, etimológicamente, padecer". Y enumeró "las vicisitudes que padecemos, derivadas de la precariedad de nuestros contratos, de la poca estabilidad que tenemos". También tuvo palabras para las mujeres investigadoras, "obligadas a romper cada día un pequeño trozo del techo de cristal: en cada reunión, en cada congreso y en cada situación injusta, a veces kafkiana burocráticamente, como la que estoy atravesando por haber sido madre".
Estarán se refería a que, tras su último contrato posdoctoral de dos años, no puede optar al siguiente porque se le descuentan los meses de baja maternal del tiempo de permanencia exigido.
El contrato Ramón y Cajal (RyC) es prácticamente "mi única vía de estabilización en Unizar, y sale una plaza al año de Historia Antigua para toda España, con lo que la competitividad es altísima", y resulta que "es necesario haber trabajado al menos un año como Juan de la CiervaIncorporación el próximo 1 de junio de 2019, cosa que yo cumplo, ya que me contrataron en mayo". Sin embargo, de este periodo "se descuentan las suspensiones de contrato, como la baja maternal, que es obligatoria (al menos 6 semanas) para todas las madres por cuestiones de salud, a diferencia de la paternal. Esto es una clara discriminación". Aunque añade que la Universidad de Zaragoza le está apoyando mucho con este problema.
Además, en su contrato Juan de la CiervaIncorporación, "financiado por el ministerio tras un durísimo proceso selectivo, no está contemplado el permiso de lactancia. Tampoco se contempla ninguna ventaja para las mujeres que nos quedamos embarazadas en medio de nuestra carrera investigadora, teniendo en cuenta que, por ejemplo, a partir de la semana 27 no se te permite médicamente coger un avión, cuando uno de los puntos que luego se tienen en cuenta para las RyC es la internacionalización del candidato". Ella se ha perdido dos congresos por esta razón.
Pese a las dificultades, lo que le apasiona de la epigrafía la disciplina que estudia los textos inscritos sobre soporte no perecedero (piedra, metal, cerámica..) es que "las inscripciones son documentos históricos primarios y, por tanto, a diferencia de los textos literarios, describen hechos históricos sin intermediarios". Se añade la emoción de ser una disciplina en constante actualización: "Las hipótesis que valían hace diez años pueden haberse quedado ya obsoletas", como ha ocurrido en la paleohispanística.