Sociedad

Nueve frases muy comunes que odian las feministas

Ya es hora de que muchas de las afirmaciones asumidas con normalidad se cuestionen por irrespetuosas hacia la figura de la mujer.

Pancartas en la huelga feminista del 8 de marzo.
EFE

El pasado 8 de marzo pasará a la historia como uno de los hitos internacionales que marcaron el camino hacia la igualdad entre hombres y mujeres. La voz unánime de las mujeres en las calles de más de un centenar de países de todo el mundo reclamaban la equidad en el ámbito laboral, la corresponsabilidad en los cuidados, la no discriminación en las aulas y un mayor respeto por la imagen de la mujer en la actual sociedad de consumo.

En todas estas reivindicaciones subyace un necesario cambio de mentalidad que permitirá avanzar hacia una igualdad real y que desmonte muchas de las creencias y convicciones derivadas de la sociedad patriarcal. Buena prueba de esa asunción de roles se encuentra en el habla, que recoge expresiones  y argumentos que perjudican directamente a los principios feministas. A continuación, mostramos unos ejemplos:

-" cke:reset="1">“Cuando las mujeres dicen que ‘no’, quieren decir ‘s풔. El ‘No es no’, lema de la campaña contra las agresiones sexuales a mujeres, desmonta esta frase que se ha perpetuado en el imaginario social, fomentando la sumisión femenina ante las pretensiones masculinas.-">“Si ella ha podido, todas podéis”. A menudo se ponen ejemplos de mujeres de éxito para ilustrar la supuesta igualdad de género, pero no dejan de ser excepciones dentro de una sociedad en la que predominan con contundencia los modelos masculinos.-">“El niño, como con su madre, no está con nadie más”. ¿Cómo que no? Pues con su padre, por ejemplo. Esta mentalidad es la que deriva en que las bajas por nacimiento de hijo sean cubiertas mayoritariamente por mujeres o en que las reducciones de jornada solo las soliciten las madres.-">“¿Tu marido te ayuda en casa? ¡Qué suerte!”. No se trata de ayudar con las tareas domésticas, sino de repartirlas en igualdad de condiciones entre el hombre y la mujer. Ambos son corresponsables del trabajo del hogar, así como del cuidado de los hijos y de las personas mayores.-">“Ni machismo ni feminismo, igualdad”. Hay quien piensa todavía que el feminismo es un movimiento de supremacía ante el hombre y que su consecuencia inmediata será la guerra entre géneros, cuando su motor es la igualdad de derechos entre los dos sexos.-">“Hemos avanzado mucho. Los hombres y las mujeres ya tenemos los mismos derechos”. Pensar que ya está todo conseguido en la lucha feminista implica mucha cortedad de miras. Es difícil que una mujer no haya sufrido el machismo nunca en su entorno más cercano, pero aún dándolo por cierto, hay que mirar más allá de nuestro día a día para comprobar que son numerosas las injusticias que se suceden por el mundo que tienen a la mujer como víctima principal.-">“Así vestida, solo busca provocar”. Las palabras estética y mujer forman un binomio complicado en el que la mayoría de las veces, la condición femenina sale perdiendo. Las presiones que han impuesto los cánones de belleza para las mujeres y el uso de su imagen como reclamo publicitario o elemento ornamental ha favorecido esa esclavitud hacia ‘lo bonito’ y la idea de la 'mujer objeto'.-">“¿Qué hacéis aquí tan solas?”. Es la típica frase que se utiliza para entablar contacto en un bar o una discoteca con un grupo de chicas que, obviamente, no están solas porque son más de una. Antes que esta, es preferible utilizar la manida y rancia ‘¿Estudias o trabajas?’.“No sabéis aceptar un piropo”. Resulta que alabar el cuerpo o el atuendo de una mujer en cualquier situación, incluso en un contexto profesional, no solo está bien visto sino que hay que agradecerlo. ¿Por qué? Suele ocurrir que ella no le ha pedido su opinión al hombre y que, además, puede llegar a incomodarla.