Tercer Milenio
En colaboración con ITA
Un cocodrilo maldito en el mundo de los reptiles
El mundo jurásico aragonés olía a mar. Una de las especies que surcaba aquellas lejanas aguas es Maledictosuchus riclaensis, el famoso cocodrilo de Ricla, pues fue en esta localidad zaragozana donde se encontró en los trabajos previos a la construcción del Ave el ejemplar de cocodrilo marino más antiguo y completo de la Península Ibérica. Es también «el primer reptil marino del Jurásico descrito en España y refleja muy bien el cambio de la era Primaria a la Secundaria».
Animales y plantas han empezado ya a colonizar la tierra firme; los árboles son helechos gigantes, con raíces tan grandes que parecen troncos. Pero el Mesozoico es el tiempo de los reptiles. Aunque no los conserva, nuestro cocodrilo tuvo una boca llena de dientes, «capaz de comer calamares en mar abierto», aunque su morro alargado «indica que seguía una dieta a base de peces pequeños y rápidos». Con un cuerpo más de delfín que de cocodrilo, cola bilobulada como la de un tiburón y aletas traseras, nadaba en entornos con poca luz, según revela el gran tamaño de sus ojos. Sus parientes más cercanos están en la Patagonia argentina.