Los efectos en los riñones de comer perejil
Es un condimento que el popular cocinero Karlos Arguiñano incorpora a todos sus platos. Conoce los beneficios para la salud.
Los condimentos son armas de doble filo. Bien administrados, mejoran el sabor de cualquier receta. Además, realzan las propiedades organolépticas de los alimentos en los que se administran. Sin embargo, pasarse de la raya puede arruinar cualquier plato. Utilizarlos con mesura es una garantía para disfrutar de lo que comes y beneficiarte de ese placer al mismo tiempo.
Hay muchos condimentos que tienen de por sí propiedades beneficiosas para el organismo. La sabiduría popular llama la atención sobre ello en muchas ocasiones a base de refranes que luego se pueden comprobar científicamente. Hay uno sobre el perejil que alegrará a quienes hayan tenido esa previsión: “Siembra perejil en mayo y lo tendrás todo el año”.
Si no ha sido así, aparecer fresco y envasado en cualquier comercio, porque es uno de los clásicos de la cocina española, pero además de ese aroma ligeramente cítrico y toque picante que mejora las salsas o redondea en crudo las recetas, tiene otras facultades interesantes.
Es un remedio antiguo, presente en la cocina desde la Edad Media. La Fundación Española de Nutrición (FEN) explica que aporta dosis interesantes de hierro, calcio, potasio, proteínas, hierro (más que las espinacas, en proporción) y vitamina A y C. Es un depurativo natural que puede consumirse también en té, batido o cápsulas: lleva apiol, un elemento diurético que también ayuda a una digestión más eficaz y colabora a prevenir los gases y el estreñimiento
Control del azúcar y más beneficios
El perejil no hace milagros por sí solo, pero ayuda a esa máquina sorprendente que es el cuerpo humano a cuidarse. Por ejemplo, en la regulación del azúcar en sangre, concretamente en la prevención de la diabetes tipo 2: es la no genética, que aparece normalmente por malos hábitos alimenticios y vida sedentaria. Otro de sus componentes, la miricetina, previene además el deterioro cognitivo. Por si fuera poco, tiene betacarotenos (antioxidante) y cuida tanto la piel como la salud ocular, y protege la función renal.