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Jesús García-Foncillas: "El mejor tratamiento del cáncer es detectarlo en su fase más precoz"

El oncólogo aragonés (Zaragoza, 1966), catedrático de Oncología de la Universidad autónoma de Madrid, preside desde hace un año la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO).

El oncológo zaragozano Jesús García-Foncillas.
LUIS DOMINGO

La Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO) se fundó en 2009 con el objetivo de garantizar la excelencia en la asistencia oncológica a los enfermos de cáncer aunando los esfuerzos de expertos referentes en el ámbito de la oncología. Al frente de la misma, desde hace un año, se encuentra el doctor e investigador aragonés Jesús García-Foncillas, jefe del departamento de Oncología del Hospital Universitario Fundacion Jiménez Díaz y catedrático de oncología de la Universidad Autónoma de Madrid. "Buscamos incrementar el bienestar de los pacientes promoviendo su calidad de vida pero también trabajar para crear entornos donde los profesionales de cualquier disciplina alrededor del paciente con cáncer se encuentren de la forma más adecuada para conseguir mejorar su atención", describe este experto. 

En este sentido, opina que Aragón está trabajando al "máximo nivel" no solo en la asistencia sanitaria a estos pacientes, sino también en la investigación oncológica, un ámbito donde asegura que tanto la Comunidad como el conjunto de España ocupan ya una posición privilegiada en la investigación clínica. "La calidad asistencial en atención oncológica en Aragón es muy alta y prueba de ello es la acreditación bajo los máximos estándares de la Sociedad Americana de Oncología de hospitales como el Miguel Servet, con el doctor Antonio Antón a su cabeza", destaca. 

Retrasos para acceder a nuevas terapias oncológicas

Por el contrario, desde esta fundación que reúne a 87 jefes de servicio de oncología médica de diferentes hospitales españoles, apuntan cuáles son los grandes hándicaps que enfrenta esta área sanitaria y sus pacientes. Entre ellos, el doctor García-Foncillas cita el retraso que hay a nivel estatal en la incorporación de la innovación terapéutica, una vez que la Agencia Europea del Medicamento ha aprobado un determinado fármaco para una indicación concreta.

 Según el último informe W.A.I.T. (Waiting to Access Innovative Therapies), el tiempo medio de demora de la incorporación de un fármaco en España alcanza ya los 22 meses desde la autorización europea. "Este plazo de 661 días es superior al que se comentaba en el informe previo que era de 629 días. Otros países tienen un tiempo de incorporación en su cartera de servicios más corto que España. En diciembre de 2023, España incorporó al sistema nacional de salud un global de 103 nuevos medicamentos, el 62% de los autorizados en Europa. El tiempo medio de retraso constituye un hándicap para que pacientes que pueden beneficiarse de algunas terapias nuevas puedan alcanzar el beneficio que estos medicamentos representan", advierte este oncólogo, quien propone al Ministerio acotar los tiempos de evaluación para que no se dilaten demasiado y mejorar la gestión de la financiación de estos nuevos medicamentos a través del Sistema Nacional de Salud. 

"En Aragón, la asistencia a los pacientes con cáncer se encuentra a la altura de los mejores centros internacionales de tratamiento de esta enfermedad"

A pesar de estos retrasos, el doctor Jesús García-Foncillas apunta que se están dando avances en otros ámbitos por los que merece la pena felicitarse, como es el "excelente nivel" de investigación clínica que hay en España. "En nuestro país, se está llevando a cabo, en relación a otros países de nuestro entorno, un número mucho más elevado de ensayos clínicos, lo cual permite que los pacientes oncológicos puedan ser tratados dentro de estas unidades de investigación, y eso permite poder ofrecerles opciones que de otra manera sería muy difícil contemplar", afirma. 

Aun así, destaca el esfuerzo de unos profesionales que compaginan largas jornadas de práctica clínica con su labor investigadora. "Investigar es complicado, no se facilitan entornos donde se haga fácil este proceso", denuncia este especialista. Las barreras burocráticas y administrativas, sumadas a que muchas veces "no hay reconocimiento de ningún tipo" hacia estos equipos de investigación hace, a su juicio, extremadamente difícil compaginar ambas profesiones. "Pero a pesar de la carga excesiva que llevan estos profesionales, siguen consiguiendo resultados muy por encima de otros países de nuestro entorno, lo que es tremendamente loable", apostilla. 

El cáncer, en cifras

En 2023, los tumores se convirtieron en la principal causa de muerte en la población española, por delante de las enfermedades del sistema circulatorio y representando el 26,6% del total de defunciones. "Es verdad que aquí juega un papel importante el descenso del número de muertes por enfermedades cardiovasculares, que ha descendido un 5,3%, pero no obstante, respecto al año pasado, el cáncer sigue aumentando y ahora ocupa el primer puesto", subraya este especialista. 

A nivel mundial, se prevé que la incidencia del cáncer se dispare en las próximas décadas, pasando de los 19 millones de casos de cáncer que hubo en 2020, según GloboCAN, a los más de 30 millones que estiman para 2040. "Eso significa un incremento de más del 56%. Y si nos vamos a la mortalidad del cáncer a nivel mundial, GloboCAN nos dice que en el 2020 murieron 9 millones de personas de cáncer, y la estimación es que en el 2040 se superen los 16 millones. Un poco más y se dobla la mortalidad en un plazo de 20 años", alerta García-Foncillas. A juicio de este especialista, las causas que estarían detrás de todo esto siguen siendo el tabaco, el alcohol y determinados agentes infecciosos como el virus del papiloma humano, el virus de la hepatitis B, la hepatitis C o la bacteria helicobapter tilori, que se relaciona con el riesgo de desarrollar cáncer de estómago. "Junto a estas causas hoy hay que poner especial atención en la obesidad y en los distintos elementos que conducen ella, como son unos hábitos dietéticos nada saludables", añade este oncólogo. 

Como retos de futuro para lograr la excelencia y la calidad en el área de oncología, este experto aboga por poner énfasis en los tumores más frecuentes, dado el impacto que tienen en la sociedad, pero también en aquellos tumores donde todavía los resultados son pobres, como pueden ser los tumores cerebrales, algunos tipos de sarcomas o el cáncer de páncreas. "En estos tumores, los avances son mucho más lentos. Como contrapartida, teníamos tumores muy agresivos como el cáncer de pulmón que estamos viendo que en muy pocos años hemos sido capaces de transformar el pronóstico infausto que tenía y poder hablar de largos supervivientes. En la misma línea tenemos que trabajar en estos otros tumores que el pronóstico es malo y donde no tenemos opciones terapéuticas que permitan vislumbrar tiempos más prolongados de supervivencia", reivindica. 

Para ello, a su juicio, el punto más importante es trabajar en el diagnóstico precoz. "Es cierto que cada vez tenemos fármacos y opciones terapéuticas con mas beneficio, pero también es verdad que el mejor tratamiento del cáncer es detectarlo en su fase más precoz para que podamos resolverlo sin que nunca llegue a dar metástasis", añade.

En este sentido, este oncólogo zaragozano aboga por seguir formando a todos los especialistas sanitarios que trabajan en torno al paciente con cáncer y favorecer el abordaje mutidisciplinar de cada proceso oncológico. "Aquí un aspecto fundamental es concienciar a los pacientes, y eso es crítico en dos puntos: hábitos saludables -hay que hacer una especial cruzada para reducir la obesidad y los riesgos que de ella se derivan-, e insistir a las personas de riesgo para que puedan ser más proactivos en detección precoz, el ir a hacerse revisiones, etc.", concluye.