Salud

Estos son los medicamentos para la alergia que no provocan somnolencia: de la Cetirizina a la Bilastina

Hay ciertos medicamentos con los que hay que tener mucha precaución ya que aumentan la sensación de sueño.

Antihistamínicos para las alergias.
K. U.

La primavera que ya llega es la estación de las alergias y quienes las sufren de manera habitual ya tienen su armamento preparado para combatirlas. La principal bala es el antihistamínico, y entre ellos no hay otro más popular que el Ebastel, por eficacia y tiempo en el mercado, pero pertenece a la primera generación de este medicamento. Las siguientes se han enfocado en no perder efectividad y paliar uno de los problemas que si se asocian a esos pioneros: la somnolencia, que dificulta el tomarlos si se va a estudiar, trabajar o a conducir, por ejemplo.

El doctor Luis Miguel García, Luis Miguel García, presidente de la Sociedad Aragonesa de Medicina de Familia y Comunitaria, explica que los antihistamínicos no tienen identificados otros efectos secundarios relevantes, y que hay híbridos que también incorporan su efecto. “No hay nada definido más allá de la somnolencia. Han ido apareciendo en el mercado fármacos que están a medio camino entre el antihistamínico y el sedante, como el Atarax, cuyo principio activo es la hidroxizina dihidrocloruro. Suele recomendarse para esos picores tremendos por todo el cuerpo. Puede tomarse cada ocho horas, a diferencia del Ebastel que es uno al día, pero produce mucha somnolencia”.

El Polaramine, otra opción está indicado para el tratamiento sintomático de la rinitis alérgica estacional y perenne, rinitis vasomotora, conjuntivitis alérgica, manifestaciones alérgicas cutáneas no complicadas leves de urticaria y angioedema y reacciones a sangre o plasma. Su principio activo es el maleato de dexclorfeniramina.

En cuanto a las embarazadas, García recomienda precaución extrema. “Si usan antihistamínicos, debe ser bajo supervisión médica”.

Nuevas generaciones de antialérgicos

Entre los antihistamínicos de nueva generación destaca la bilastina, que se vende a unos 6 euros la caja. También la cetirizina, que es más barata, sobre los 3 euros. “En teoría -explica García- no generan problemas de sueño ni interaccionan con el alcohol; es mezcla de antihistamínico y alcohol suele potenciar la somnolencia y, obviamente, puede ser fatal al volante. Hace poco ha empezado a sonar la rupadatina, para la rinitis alérgica, que es más cara: unos 15 euros la caja”.