El refresco perfecto para hidratarte sin engordar
Esta bebida se saltó al menos una generación en cuanto a consumo habitual, pero ahora la pide gente de todas las edades.
![Es importante beber mucho líquido en verano](https://imagenes.heraldo.es/files/image_990_556/uploads/imagenes/2023/06/26/una-mujer-bebiendo-agua-bebida-calor-gsc1.jpeg)
La lucha contra los kilos de más no es una mera cuestión estética. Al menos, no debiera serlo. El sobrepeso es una fuente de problemas de salud, empezando por la circulación: aumento de la tensión arterial, afección al sistema digestivo y a las articulaciones, problemas respiratorios o incluso aparición de enfermedades derivadas de un exceso de peso, como la diabetes tipo 2. Sin embargo, las dietas milagro y las excentricidades pueden ser tan peligrosas como ese peso extra.
Obviamente, el sobrepeso no es siempre una cuestión de malas decisiones alimenticias. El condicionamiento genético o el hecho de padecer ciertas enfermedades, que necesitan de tratamientos específicos muy concretos (la cortisona, por ejemplo) pueden hacer que se luzca una figura inflamada.
Si no es el caso, y el exceso de kilos se debe a descontrol alimenticio, lo ideal es ponerse en manos de un nutricionista y seguir una dieta balanceada, no picar entre horas y hacer ejercicio regulado para mantener el cuerpo a tono.
El agua con gas, un arma interesante
El agua con gas está ganando sitio en el gusto de los más jóvenes. Esta bebida se saltó al menos una generación en cuanto a consumo habitual, pero ahora la pide gente de todas las edades. Como explica el veterano espacio ‘Saber vivir’ de RTVE, el agua con gas hidrata, tiene un efecto saciante, ayuda a digerir las proteínas y, contrariamente a lo que se piensa, no engorda.
El agua con gas es agua con anhídrido carbónico, factor clave en las burbujas que, a diferencia del usado en otras bebidas refrescantes, puede proceder directamente de la naturaleza, de manantial, y ser inyectado luego a presión. Mejora la digestión de las proteínas, sacia y no aporta calorías: la hinchazón que produce es momentánea. Dos o tres vasos de agua con gas al día, bebida a pequeños sorbos, es un aliado a la hora de redondear la alimentación equilibrada.
Eso sí, no todo el mundo puede o debe tomarla. Para ciertas personas está contraindicada, precisamente por el carbónico que lleva. No deben tomarla quienes estén habituados a comer muy rápido, ya que el agua con gas puede prolongar la hinchazón derivada de esa costumbre. También puede provocar flatulencias. Los celiacos, los pacientes con la enfermedad de Crohn o quienes padezcan de colitis ulcerosa e intestino irritable también deben evitarla, así como quienes sufran habitualmente de acidez.