Salud
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¿Qué es lo que nunca hay que hacer al curar una herida?

Cuando algún miembro de la familia sufre algún daño es habitual hacerle la primera cura en casa. Pero, ¿lo hacemos correctamente?

Entre los errores más comunes se encuentra el de no cubrir la herida para que se cure al aire libre.
Entre los errores más comunes se encuentra el de no cubrir la herida para que se cure al aire libre.

Las heridas están a la orden del día, sobre todo en las casas donde hay niños, y, aunque todos contamos con un botiquín de primera necesidad para actuar en casos de rasguños, no siempre sabemos seguir el protocolo de actuación sanitario para limpiar y desinfectar las zonas magulladas. Para la enfermera aragonesa de Atención Primaria, Beatriz Sánchez, lo primero que hay que hacer es "valorar la gravedad", pero teniendo siempre en cuenta la subjetividad de la misma dependiendo de quién se la ha hecho: un anciano, un adulto o un niño.

Cómo curar una herida, paso a paso

¿Qué hay que hacer primero? Igual que se haría sobre la superficie de una mesa en el hogar, lo primero que hay que hacer para curar una herida es limpiarla. "Hay que hacerlo con abundante agua y jabón, a poder ser neutro, para retirar la suciedad y los restos de piel que se hayan podido desprender. Después, ya se podrá proceder a la desinfección de la zona", argumenta la enfermera de Atención Primaria. ¿Hay que soplar la herida? Sánchez responde con rotundidad: "No". "Si bien es cierto que puede ayudar a aliviar el rasguño, al hacerlo proyectamos bacterias de la boca a una zona del cuerpo que ya no cuenta con la cobertura natural de la piel, pudiendo colaborar con una posible infección". Recomienda, en caso de que sea necesario, mover el aire de manera manera manual para ayudar a sobrellevar el dolor en un primer momento. ¿Con qué es mejor desinfectar la zona? Después de limpiar la herida, Beatriz Sánchez aconseja desinfectarla en casa con un antiséptico a base de clorhexidina, ya que son los que tienen "un mayor espectro de acción que otros productos menos eficacez", como el yodo, que, además, puede dejar mancha. Deshecha un primer uso del agua oxigenada y el alcohol, aunque advierte que si son lo único que  hay en casa, "son mejor que nada". El porqué es sencillo: "El primero tiene un espectro de acción muy reducido, y solo consigue quitar las bacterias de una zona muy pequeña; y el segundo escuece mucho sobre la piel rota y no es un buen desinfectante, por lo que no es aconsejable".  ¿Y si hay hemorragia? Sobre una herida leve y superficial, solo hay hacen falta "unos dos minutos de compresión leve para que el sangrado ceda", recuerda Sánchez, quien sugiere no practicar torniquetes caseros y acudir al centro de salud más cercano, pues es posible que se necesite una sutura. "Hacerlo conlleva riesgos para el paciente, ya que la oclusión de los vasos sanguíneos ocasiona una falta de riego en la extremidad dañada, que de manera descontrolada -como puede suceder en el hogar- puede producir isquemia y agravar el cuadro", explica. ¿Cubiertas o al aire libre? Para Sánchez, esto depende de la herida: "Una que sangre mucho es importante que esté taponada, y si es en la mano o en el brazo, presionar fuerte el vendaje y elevar la extremidad hasta que pare de sangrar". La postilla, ¿la arranco? "A no ser que se haga de manera controlada, con material destinado a ello y supervisada por un profesional, nunca hay que arrancarse la costra que recubre la herida", expresa esta enfermera de Atención Primaria. "Al hacerlo, solo se va a conseguir abrir la herida y que el proceso de curación vuelva a empezar de cero". ¿Las cicatrices son para siempre? Cualquier herida pasa una fase de maduración o cicatrización en la que nueva piel recubre la zona dañada. "Si durante este proceso se cuida bien, no se toma el sol y se hidrata constantemente, la nueva capa cogerá una elasticidad similar a la de la piel sana y será mucho menos visible", augura.

El protocolo para quemaduras

En el caso de las quemaduras, en la opinión de Beatriz Sánchez, hay que seguir otro protocolo más específico para su curación. "Lo primero que se debe hacer es enfriar la zona con agua y, pasadas unas horas, acudir a un centro para la valoración, pues las quemaduras, en un primer momento, nunca dan la cara y no es hasta pasado un tiempo cuando se aprecia su gravedad", explica.

Respecto a las ampollas, rechaza los remedios caseros (como los paños de leche o la pasta de dientes), e invita a no explotarla en casa con una aguja quemada. "La piel que la recubre ya está rota y no es una barrera natural, por lo que es mejor no tocarla hasta que lo valore un profesional para evitar complicaciones. Solo hay que aplicar las medidas preventivas básicas (la aplicación de frío) y acudir a un especialista para que proceda sobre la quemadura", concluye.

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