Falta poco para que la bomba atómica de agosto caiga en Zaragoza y deje encendido el contador del famoso mes inhábil, como un paréntesis explicativo en mitad de un poema. 

Me muevo por la mole de Residencial Paraíso, una civilización independiente con sus tres estamentos, su suburbio y sus termas, que son desde hace un tiempo el ágora ventilada y discreta del centro de la ciudad. Me veo reflejado en el cristal de la tienda de zumos, y en la mesa que está al otro lado del cristal observo una imagen que inmortalizo con mi teléfono. El establecimiento todavía no está abierto al público, pero ya hay alguien dentro. Ha dejado sobre la mesa el Heraldo del día, un cerrojo enorme y una gran cadena. Me vienen a la mente unos versos del romance conocido como las Juras de Santa Gadea y le hago algún retoque: "Las juras eran tan fuertes que a todos ponen espanto / sobre un cerrojo de hierro y un ejemplar del Heraldo". Pienso en algunas personas a las que esta foto puede mover a reflexión y se la envío. También les mando los versos. Hay tres personas destacadas que reciben mi mensaje, interpeladas, quizá, por su relación con lo que ese cuadernillo de papel significa en su vida: Supermaño, Miguel Ángel Yusta y Raúl Lahoz. Uno de ellos -qué casualidad- me invita a su casa y me cuenta que, dentro de un rato, quizá tome las aguas en las termas de las que ya hemos hablado. Otro me dice que la imagen y el pie de foto merecen un premio. El tercero guarda un silencio sepulcral, que me inquieta hasta hoy mismo. Quién habrá sido el autor de cada respuesta es algo que el lector deberá adivinar.

Juan Luis Saldaña es periodista y escritor

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